La licencia de obra menor que se concedió a la empresa Progemisa para la proyección de 112 viviendas en un solar de San Francisco, junto a la Ribera del Marco, donde se han hallado restos arqueológicos de relevancia --de origen romano-- según confirmó la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Extremadura, infringió de una forma «grave» o «muy grave» la normativa urbanística en vigor. Así lo determina un informe del Consorcio Cáceres Ciudad Histórica del 11 de octubre del 2016 al que ha tenido acceso este periódico y donde se especifica que la resolución favorable por parte del ayuntamiento al proyecto básico de obra, otorgada a la promotora de la urbanización el 29 de junio del pasado 2016, fue concedida «sin ningún tipo de condicionante relativo a la protección del patrimonio arqueológico».

En el informe se detalla que la obra consistió en «un rebaje de, al menos, algo más de 2.500 metros cuadrados, llevado a cabo previsiblemente con medios mecánicos (máquinas excavadoras)». Además, el Consorcio Cáceres Ciudad Histórica hace hincapié en que se trata de una cuestión «preocupante», ya que no es la primera vez que se produce una situación similar de incumplimiento de la normativa urbanística. «En toda esta zona se localizó el principal área funeraria de la colonia Norba Caesarina», en torno a la cual «se localizaba un área funeraria compuesta probablemente por mausoleos y enterramientos más sobrios». Igualmente, recoge el informe, «a escasa distancia del solar en cuestión, en los terrenos que hoy ocupa el edificio de los juzgados, se localizó la inscripción del pretoriano Quinto Pomponio Potentino, actualmente en el Museo de Cáceres».

El escrito finaliza solicitando la «paralización de futuros movimientos de terreno», así como la «realización de un estudio arqueológico a cargo del promotor con evaluación de las posibles afecciones producidas a los restos por los movimientos ya ejecutados».

PROTEGER LOS RESTOS / Por su parte, en el último informe de la Dirección General de Patrimonio del 1 de marzo de este año se señala que la propuesta actual de cimentación del edificio de la promotora afectaría directamente a las estructuras arqueológicas documentadas, concretamente donde se construirían algunos de los portales (el 1, el 2 y el 3). Para ello, la Junta propone una serie de intervenciones, como proteger los restos del contacto con el hormigón con un aislamiento plástico, manteniendo un perímetro de distancia de diez centímetros, y, para el resto del trazado, cubrir los restos con geotextil (lámina permeable y flexible). Finalmente, para los perfiles norte y sur, donde se ha podido documentar al completo los restos hallados, se plantea habilitarlos para que sean visibles a través de una cristalera y una adecuada iluminación.

Por último, durante la fase de ejecución de las obras, «será obligatorio un control y seguimiento arqueológico por parte de técnicos cualificados de todos los movimientos de tierra en cotas bajo rasante natural», reza el escrito. No obstante, la resolución emitida por el gobierno regional es favorable, siempre que se cumplan todas las condiciones expuestas en el mismo.