El español Rafael Nadal, quien perdió la final del Abierto Mexicano de Tenis ante el estadounidense Sam Querrey, no buscó mayores explicaciones a su derrota y le dio todo el crédito a su rival, de que dijo que «fue mejor y rozó la perfección». Querrey se impuso al español con parciales de 6-3, 7-6 (3) y le quitó el invicto en la competición mexicana, en la que ganó los títulos de 2005 y 2013 y en la que apuntaba al tercero con 14 triunfos consecutivos.

«No pasó nada, el otro (Querrey) fue mejor y el deporte es simple, gana el que juega mejor (...) él jugó a un nivel muy alto, rozó la perfección y yo jugué bajo muchísima presión todo el tiempo, por su servicio y por sus golpes de fondo que realmente fueron fantásticos y muy agresivos», dijo Nadal en la conferencia de prensa tras el partido.

El español aceptó que el rival «dejó pocas opciones y las pocas que yo tuve también las jugó bien» y dijo que solo le quedaba felicitar a Querrey por el triunfo y el título «ha jugado muy bien». El zurdo de Manacor señaló que se va «feliz con su semana y su juego y me voy a tomar unos cuantos tequilas para celebrarlo».