No son pocas las variedades de animales que se encuentran en peligro o amenaza de extinción en la península ibérica. El oso, el alimoche y la oveja negra castellana son ejemplos de especies importantes que, a través del trabajo conjunto entre gobierno y comunidades autónomas, se pueden proteger, garantizando su seguridad reproductiva.

Oso pardo en los Pirineos

El oso pardo

Actualmente las dos regiones donde se pueden encontrar osos pardos en España, y casi en toda Europa occidental, son la Cordillera Cantábrica, y los Pirineos. En el resto de Europa podemos encontrar esta especie en los países balcánicos y Rusia entre otras regiones.

Una de las situaciones que más pone en peligro su existencia es que estos núcleos de población están bastante distantes unos de otros, poniendo en una posición complicada el ciclo reproductivo del oso, que ya de por si es bastante lento.

Otro de los grandes desafíos para esta especie es la constante movilidad a causa de la destrucción de su hábitat natural como consecuencia de la actividad humana. La tala de los bosques, la construcción de infraestructuras para explotación de recursos naturales y otras situaciones, perjudican de forma directa el ambiente donde estos animales se desarrollan.

La forma más efectiva quizás, de proteger esta especie, sería poner límites en las aéreas donde viven, para que no haya agresión o cambios de ecosistema a través de la mano del hombre. Y fundamentalmente, lograr que los gobiernos destinen fondos sustanciales al seguimiento reproductivo del oso pardo para asegurar su repoblación continua.

Alimoche en estado de protección

Alimoche

El alimoche, otra de las variedades amenazadas que se pueden encontrar en la geografía española, especialmente durante febrero y marzo, cuando llegan al territorio para tener sus crías, es una especie de cigüeña-buitre más pequeña con un plumaje combinado entre negro, blanco y gris azulado en la cara.

Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), el alimoche está en peligro de extinción desde 2007. Esto se debe a la pérdida de recursos alimentarios y la caza indiscriminada.

Este ave habita generalmente en las áreas montañosas, en riscos donde construye sus nidos con lana de oveja. Es una especie de reacción débil ante los químicos ilegales utilizados para los sembrados, los cuales muchas veces presentan un peligro mortal para esta especie.

Sus núcleos de hábitat en España son por excelencia los Pirineos, la Cordillera Cantábrica y las sierras gaditanas y malagueñas. A ello hay que añadir que se trata de una especie distribuida por el sur de Europa, extensas regiones africanas y Asia Central y meridional.

Oveja negra castellana en su rebaño Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación

Oveja negra castellana

Finalmente, declarada en peligro de extinción por la Unión Europea, la oveja negra castellana debe su nombre a que se formó y explotó originalmente en Castilla y León donde aun habita fundamentalmente en Zamora y Salamanca.

Se trata de una especia de oveja de color negro, con vellón que oscila entre negro al pardo-rojizo cuya demanda fundamental se halla en la producción de leche y carne para consumo mercantil. Es decir, a diferencia de las especies anteriores, la oveja negra castellana no se halla en hábitats abiertos de forma salvaje, sino que su crecimiento o declive como especie se ve puntualmente afectado por la actividad para la que se cría.

Siendo una especia autóctona de Castilla y León, está en manos primeramente de dicha comunidad autónoma y de sus criadores, la preservación de esta especie.

Actualmente está sometida a un sistema de pastoreo vigilado, con rebaños variables pero nunca de forma única, muchas veces comparten rebaño con otras especies de ovejas, lo cual dificulta también tomar medidas exclusivas con esta especie. 

Estas tres variedades animales, entre otras muchas en riesgo, requieren de los esfuerzos constantes de la comunidad científica y el personal que labora en las regiones donde habitan, en búsqueda de protegerles y brindarles ecosistemas estables que aseguren su reproducción lejos de los peligros que reducen sus poblaciones de forma sustancial e impredecible.