En Canal de Isabel II, compañía que es administración en Madrid y concesionaria de un servicio municipal en Cáceres, ocurre lo contrario que en otros centros de trabajo: muchos de sus empleados, en vez de estar con el comité de empresa que les representa, están en su contra, y temen que la presión del comité ponga en peligro sus empleos.

Los trabajadores han hecho público esta semana un escrito con unas cincuenta firmas, dos tercios del total de la plantilla, en el que rechazan las últimas críticas del comité, que ha acusado a la compañía de menospreciar y discriminar a sus empleados en Cáceres por no aplicarles el mismo convenio que tienen en Madrid.

NEGOCIACION DEL CONVENIO

El principal argumento contra el comité es que en cuatro años no se ha logrado un convenio que les garantice una estabilidad, ya que actualmente, y hasta que se llegue a un acuerdo, se les aplica el del ayuntamiento. También preocupa que esta situación, con descalificaciones que generan tensiones, se prolongue, que se les aplique el convenio del sector, con peores condiciones, o que cuando Canal se vaya no tengan unas garantías laborales, ya que sólo una parte de los trabajadores, los que estaban en 1995, tienen garantizado volver al ayuntamiento.

El comité considera que con sus reclamaciones defiende a la totalidad de los empleados y que hay razones para pedir el mismo convenio que tiene Madrid porque se trata de la misma empresa, una reivindicación a la que se ha negado la dirección de Canal, que entiende que son centros laborales distintos y afirma que no está discriminando a los trabajadores de Cáceres. Ante esta posición, el comité asegura que sobre la mesa hay una plataforma que, a pesar de que en la misma se piden mejores condiciones que en el convenio de Madrid, es una base para que ambas partes negocien.