El ayuntamiento eligió en 1999 el anteproyecto redactado por el equipo técnico dirigido por el ingeniero Jesús Urueña para intervenir en la Ribera del Marco. Se actuaba en todo el cauce, de Charca Musia al Temis, y se realizaba en 5 años. El ayuntamiento y el Ministerio de Medio Ambiente firmaron en julio del 2003 un acuerdo para ejecutar una de las fases del anteproyecto. La inversión se cifró en 5,6 millones de euros y se fijó un plazo de año y medio. Hoy la Ribera está igual que en 1999, salvo actuaciones puntuales y los bloques de pisos de la Huerta del Conde, además ni el anteproyecto ni el convenio sirven en su redacción inicial al adelantar ayer el presidente de la Confederación del Tajo, José María Macías, que se redactará otro proyecto. Macías no llegó a concretar si será solo de un tramo o de la totalidad de la Ribera, "es una de las cosas que se tienen que definir entre el ayuntamiento y nosotros", comentó.

Ayer quedó claro lo que desde hace meses se intuía: el cambio en el gobierno local conlleva un replanteamiento en la actuación en la Ribera del Marco. Y no solo el cambio de PP a PSOE en Cáceres, sino también en Madrid. El convenio del 2003 se firmó con el ejecutivo de José María Aznar. Con Macías, nombrado tras la entrada de Zapatero, no solo se ha cambiado la idea inicial sobre el nuevo abastecimiento a Cáceres (del Almonte a Portaje), sino además el plan para encauzar la Ribera, aunque en este caso desde la confederación se ha tardado bastante tiempo en explicar que el convenio del 2003 no se podía ejecutar por razones ambientales. José María Macías fue muy gráfico al afirmar que ayer se han sentado "las bases para hacer otro proyecto" al haber "otras mentalidades en el ayuntamiento y en el ministerio".

Aunque Macías negó que después de cuatro años se esté como al principio, lo cierto es que durante los últimos ocho años (desde que se eligió el anteproyecto de Urueña) poco se ha hecho en la mejora del encauzamiento de la Ribera. Los únicos avances no han sido en obra para adecuar el cauce (sólo ha habido intervenciones puntuales como en Fuente Fría), sino en la obtención de terrenos de la Ribera por el ayuntamiento y esto debido sobre todo al desarrollo urbano y a expedientes de expropiaciones.

De la intervención de ayer de Macías lo más destacado fue su explicación sobre por qué no se acomete el convenio del 2003, lo que no solo cuestiona este acuerdo, sino también el anteproyecto del año 1999. Manifestó que hace cuatro años se planteó un proyecto que no se podía financiar con dinero de Europa, con cuyos fondos se pretendía sufragar en parte, debido a que se planteaba una intervención en la que predominaba lo urbano frente a lo ambiental. "Europa no financia temas que sean urbanos, sino actuaciones ambientales o artísticas", manifestó el presidente de la Confederación del Tajo.

Desde su adjudicación en el año 1999, el anteproyecto ha sido cuestionado desde diferentes sectores, no solo de la oposición política, en la que entonces estaba el PSOE e IU, ahora en el gobierno, sino también por colectivos como el colegio de Arquitectos. A raíz del convenio del 2003 se formó incluso una plataforma en contra de la intervención que se proyectaba, aunque varias de sus alegaciones fueron tenidas en cuenta cuando la confederación, entonces presidida por José Antonio Llanos, expuso el proyecto. Desde ese colectivo se recordó en numerosas ocasiones que cuando en 1999 se adjudicó el anteproyecto hubo opiniones contrarias por parte de los propios técnicos del ayuntamiento, en concreto desde el servicio de Urbanismo, que fue muy crítico con la intervención que se proponía para la Ribera del Marco.

Todo esto ha desembocado en lo anunciado por Macías, con el beneplácito de Carmen Heras, cuando comentó que habrá otro proyecto y dio algunas pinceladas sobre su contenido al manifestar que se pretende que la Ribera constituya un eje ambiental, cultural y deportivo. La primera intención es que la Ribera sea "un río, no un trozo de zona urbana". La segunda es que se mantengan "los pequeños huertos". Y la tercera es que haya instalaciones deportivas "a lo largo del río", resumió Macías (cuando se construyeron las pistas deportivas de San Francisco hubo debate por su cercanía al cauce).

PARTICIPACION Macías indicó que ahora todo se tendrá que definir entre el consistorio y la confederación y habló de que en dos o tres meses podría estar el proyecto y que la obra se podría iniciar en cinco meses desde que esté el proyecto, unas previsiones muy optimistas, sobre todo teniendo en cuenta lo avanzado por la alcaldesa, que afirmó que quiere un proyecto con la participación ciudadana (la Ribera es uno de los enclaves que más debate genera entre colectivos técnicos y sociales), lo que obligaría a retrasar las sugerencias que por parte del ayuntamiento se realicen a la confederación.

No es la primera vez que Heras pone en duda el convenio del 2003 y las ideas que el gobierno del ex alcalde, José María Saponi, tenía para la Ribera, incluso recordó ayer la propuesta que para la regeneración de este espacio realizó el PSOE en su programa electoral de 1999, en cuya elaboración participó el ahora concejal Víctor Santiago, que acompañó a Heras y Macías en la visita de ayer a la Ribera. Una de las ideas centrales de ese programa fue una propuesta de intervención en la Ribera vinculada a la cultura, el deporte, el medioambiente y las tecnologías.