El Juzgado de Instrucción Número 3 de Cáceres ha dictado un auto, con fecha del 13 de enero, en el que imputa por homicidio imprudente a una doctora y un enfermero del consultorio médico de Casar de Cáceres. Los hechos de los que se les inculpa se remontan al el 5 de febrero del año 2009, cuando ambos profesionales atendieron a una niña de 17 meses que cinco días después falleció como consecuencia de un derrame cerebral.

Los padres de la pequeña, Esteban Moreno y Raquel Arrabal, que residen en el ese municipio, siempre mantuvieron que su hija recibió "una nefasta asistencia médica y denegación de auxilio" y, por ello, denunciaron los hechos ante el Defensor del Paciente. Ahora, dos años después, una resolución judicial considera que existen "indicios de delito en la actuación de los sanitarios", aunque añade que "hay versiones contradictorias". La madre de la niña declinó ayer valorar el autor del juzgado y optó por esperar a que todo el proceso judicial llegue a su fin.

ES RECURRIBLE Por su parte, los dos sanitarios tienen opción de recurrir el auto ya que este no es firme. En caso de ratificarse, supondrá la apertura del proceso judicial que llevará el caso a juicio. Los padres y la fiscal formalizarán su acusación con la petición de condena, de lo que se dará traslado a la defensa de los sanitarios ejercida por el Servicio Extremeño de Salud (SES).

La pequeña estaba diagnosticada de convulsiones febriles no malignas, de manera esporádica por la neuropediatra del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres. Según los padres los médicos de Casar eran conocedores de esas crisis, pero que el 5 de febrero del 2009 "no la atendieron debidamente", según los padres. Ese mismo día la niña fue trasladada al hospital cacereño y después a la UCI del Hospital Clínico de Salamanca donde falleció cinco días después.