Tenemos la fortuna de vivir en una ciudad en la que brilla la seguridad ciudadana. Raramente se producen asesinatos, atracos a mano armada o agresiones con graves consecuencias. Sin embargo, ser árbol es muy peligroso en Cáceres. No sabemos si existe un juramento secreto que deben llevar a cabo los concejales al tomar posesión de su acta pero el caso es que cada poco tiempo nuestros ediles deciden sacar el hacha de talar, que deben obtener como regalo al salir elegidos, y se ponen a la tarea con entusiasmo. Generalmente utilizan como escusa el tráfico, ya sea para construir un aparcamiento ya sea para hacer más fluido el discurrir de los automovilistas con lo cual hacen una exhibición de su escala de valores. En primer lugar los autos. Resulta sorprendente que en una ciudad tan pequeña en la que las distancias son mínimas y apenas se tarda media hora en recorrerla se le dé tanta preponderancia al automóvil. Y el caso es que de vez en cuando nos sorprenden con planes de movilidad que pretenden restringir el uso del coche. Como nuestros ediles son muy mirados suelen asegurar que tan solo trasplantan los árboles y así es la mayoría de las veces, pero qué casualidad, esos pobres arbolitos no es raro que acaben secándose en su nuevo emplazamiento. La avenida Virgen de Guadalupe sufre en estos momentos los efectos de esta obsesión y dentro de poco nadie sabrá por qué en sus tiempos se la llamó paseo de las acacias. Ahora será vía rápida. Menuda diferencia. Y menuda incongruencia. Hacen peatonales calles próximas a ella y a esta la convierten en una autovía. Ya se dijo que la ronda evitaría el denso tráfico de esta calle. Por lo visto no es suficiente. ¿Tampoco lo será la otra ronda? Pero, ¿para qué queremos otra vía rápida? Que al final resulta que no son tan rápidas pues los límites de velocidad imprescindibles para garantizar la seguridad las convierten en vías normales. En fin, el ayuntamiento dirá lo que quiera pero a mí me gusta más caminar por esa avenida entre árboles, por muy viejos que estén, que rodeado de autos.