Cáceres quiere fomentar un transporte más sostenible, más ecológico. A falta de espacio para crear nuevos carriles-bici por el centro, el ayuntamiento ha establecido calzadas de uso compartido entre coches, bicis y patinetes en 33 calles, todas ya limitadas a 30 km/h. Se teje así una red que conecta el centro con los barrios para animar al uso de las dos ruedas.

«La limitación a 30 km/h impresa en el asfalto, al inicio de las calles, es correcta; pero no el dibujo de la bicicleta, porque éste sirve para informar de que nos encontramos en un carril exclusivamente para bicis. No es el caso, aquí se trata de calzadas compartidas con otros vehículos. Entiendo que lo han introducido para indicar que llegamos a un lugar frecuentado por ciclistas, para extremar la precaución, pero no está bien empleado», explica el responsable de las autoescuelas cacereñas.

De hecho, por las vías urbanas pueden circular normalmente las bicicletas, de modo que las señales sobran. «Ahora bien, parece sensato instar a la precaución y bastaría con instalar señales informativas de carril compartido, o bien una señal de peligro para avisar de la presencia de ciclistas, pero no rotular un carril-bici cuando no lo es», precisa.

En este sentido, Francisco García considera que antes de juntar masivamente a coches, bicis y patinetes en las mismas vías, deberían haberse potenciado los carriles-bici segregados del tráfico para acostumbrar a la ciudad a las dos ruedas y generar una sensibilización colectiva. «Ahora podemos encontrarnos con ciclistas en plena calzada que desconocen las señales. Hay que concienciarles de que deben respetar las normas: no saltarse los semáforos, no tomar dirección prohibida, no subirse a las aceras…», detalla.