Los comerciantes del mercadillo lanzan un ultimátum al ayuntamiento: O se traslada a Charca Musia o el mercado franco no se mueve. Así lo han decidido todos los vendedores que acuden cada miércoles a la capital cacereña y se lo han comunicado además al consistorio. Tienen claro que no quieren otro espacio más alejado de la ciudad, como el ferial, ubicación que también se barajó: «Si nos van a llevar a un sitio para dejarnos allí abandonados no queremos traslado, para lo malo ya conocemos esto», afirma Julián Cruz, presidente de la Asociación de Comerciantes Ambulantes de Extremadura (Acaex). Más contundente fue hace unas semanas Joaquín Jiménez, portavoz de los comerciantes de Cáceres: «Si no es a Charca Musia no hay mercadillo en Cáceres». Lo han estudiado y les gusta el terreno: «Es lo más cercano al último que hubo (en ronda de la Pizarra) y está más cerca de la ciudad», precisa Cruz.

En principio el gobierno local está receptivo a su petición aunque, por el momento, no ha tomado una decisión sobre este asunto. Este miércoles, a preguntas de este diario, se limitó a decir que no hay novedades al respecto. Mantiene, eso sí, el compromiso de materializar el traslado (sin especificar dónde), pero no ofrece fechas concretas porque los plazos se han retrasado por la pandemia. Los ambulantes, en cambio, quieren agilidad en el proceso. Llevan ya ocho años en Vegas del Mocho, en un espacio al que se les trasladó de manera provisional en el 2012 con el compromiso de que solo iba a permanecer allí dos años. Y todavía siguen.

UBICACIÓN DEFINITIVA

La parcela a la que se quieren cambiar está ubicada en la carretera de Miajadas, en una superficie municipal que linda con el polígono Charca Musia. Lo que ocurre es que el terreno está aún sin urbanizar, por lo que precisa de una obra que incluye, además de esto, la construcción de cuartos de baño y la conexión del alumbrado. No ha trascendido la inversión que se necesitaría, pero el objetivo es que este sea el espacio definitivo para el mercadillo, para evitar que dentro de unos años tenga que volver a debatirse sobre una nueva ubicación. «El mercadillo de Cáceres es un mercado de pueblo pero en una ciudad, no da una buena imagen para una ciudad como esta. Lo que se necesita es un espacio con todos los servicios y que además se podría utilizar para otros eventos porque nosotros solo lo necesitamos los miércoles», apunta Julián Cruz.

El traslado es necesario porque el colectivo de los ambulantes es uno de los más castigados por la crisis sanitaria y urge mejorar y sumar clientes. En el caso de Cáceres el mercadillo estuvo cerrado casi tres meses por la declaración del Estado de Alarma y ahora han vuelto a tener restricciones. Sanidad, con las limitaciones puestas en la capital cacereña para prevenir los contagios debido al incremento de los positivos, acordó que, al menos durante dos semanas (lo que durarán las restricciones), el mercado franco tendrá un límite de aforo, que no puede superar el 40%. «Somos el colectivo más dañado estando al aire libre. Nuestro dinero y negocio lo tenemos en la furgoneta si no venimos no tenemos para pagar», apostilla el presidente de Acaex.