El ayuntamiento cacereño reitera que el Plan General Municipal (PGM) impide extraer el litio de Valdeflores y la empresa defiende que la normativa solo afecta a suelos en superficie. Veinticuatro horas después de que la empresa minera Infinity Lithium hiciera pública su intención de cambiar su proyecto inicial para que la mina no sea a cielo abierto, el equipo de gobierno se ha pronunciado al respecto al término de la junta de gobierno local este viernes y ha zanjado que "no es viable" debido a que la ley "no permite la actividad extractiva en esa zona, da igual que se use un método o se use otro", en alusión al cambio del método que ahora la multinacional pretende emplear para extraer el mineral en galerías subterráneas.

“Nuestra valoración es que no nos creemos el proyecto ni el anuncio, dudamos seriamente de la viabilidad y de la rentabilidad de la solución que ahora proponen y que han anunciado", ha expuesto el portavoz del equipo de Gobierno, Andrés Licerán, al mismo tiempo que ha incidido en el "impedimento urbanístico" para que se desarrolle la actividad minera en la zona. De la misma manera, ha insistido en que aparte del PGM ya se tramita un aumento de la protección de la sierra para nombrarla Paisaje Protegido, lo que pondrá en dificultades para que se pueda realizar. En cualquier caso, ha asegurado que cuando se registre el proyecto en el ayuntamiento "como administración pública lo estudiaremos lo analizaremos y pediremos los informes técnicos" pero zanjó que el actual proyecto administrativamente sigue en "vía muerta".

Este mismo viernes rebatió este argumento el portavoz de la empresa en España, David Valls. En declaraciones a este diario sostiene que el PGM es una "herramienta para regular los usos del suelo en superficie y solo en las zonas urbanas afecta a las zonas subterráneas como aparcamientos soterrados" pero en el caso de la sierra en actividades bajo tierra "la única competente del suelo es la administración minera". En ese sentido, ha añadido que existe jurisprudencia previa en litigios relacionados con la competencia del subsuelo.

De momento, para que Infinity pueda presentar este nuevo proyecto debe resolverse en los tribunales el contencioso administrativo que enfrenta a la multinacional y la Junta después de que el gobierno regional denegara los permisos de investigación en Valdeflores. Con este nuevo modelo, la empresa plantea que desaparezca el cráter en la sierra, uno de los puntos más controvertidos del proyecto, y en lugar de que la extracción se haga a cielo abierto, la propuesta plantea que se elimine el gran impacto visual y se haga bajo tierra. También plantea un aumento de los empleos directos hasta 710.

De esta manera, Valls defendió que el impacto medioambiental se reduce considerablemente, un argumento con el que no coincide la plataforma Salvemos la Montaña, que considera que este nuevo anuncio responde a una maniobra para que las acciones en bolsa de la empresa no bajen y acusa a Infinity de "querer engañar" a los cacereños porque el "impacto medioambiental" sobre la montaña y los vecinos de la ciudad seguirá existiendo.