La segunda fase del hospital de Cáceres depende aún de conseguir financiación para su construcción. Sanidad anunció que su ejecución, presupuestada en 75 millones de euros, se iba a sufragar con fondos europeos, pero de momento esa cuantía aún no está garantizada. Tal y como informó ayer el consejero de Sanidad, José María Vergeles, todavía es necesario negociar con la Unión Europea para lograr esa asignación presupuestaria. «Lo importante es buscar los fondos para poder construir la segunda fase», dijo exactamente el titular de Sanidad.

En concreto se financiará (o así lo esperan) con el denominado Plan Operativo de los Fondos Europeos 2021-2027, con el que se pretende sufragar tanto la construcción como el equipamiento necesario. «Lo que tenemos pensado es negociar hasta el extremo para que esté financiado con fondos europeos», insistió el consejero, pero por el momento todavía no existe ningún compromiso por parte de la Unión Europea de prestar esa cantidad para poder terminar el hospital Universitario.

Ya está lista la redacción del anteproyecto (con dos años de retraso), pendiente solo de pequeños cambios desde el punto de vista arquitectónico y funcional. Contempla las directrices recogidas en el plan funcional y tiene en cuenta, según afirma el consejero, «las necesidades que han expresado los trabajadores del hospital, las necesidades del sistema sanitario y las necesidades de atención hospitalaria que tiene el área de salud de Cáceres».

El documento está listo, pero la idea de la Junta de Extremadura es no presentarlo a la opinión pública hasta que la región no tenga comprometido con la UE el dinero que se necesita. «Me gustaría presentarlo cuando ya estemos seguros de que ha entrado dentro de la financiación del programa operativo de la Unión Europea», insistió el consejero. Y remarcó que ahora «es más trascendente la negociación que se produzca en la asignación presupuestaria en los distintos ejes políticos que tiene el nuevo programa operativo de la Unión Europea», que dar a conocer el documento.

La ejecución de la segunda fase del hospital Universitario permitirá concentrar todos los servicios médicos en un solo centro sanitario. Es decir, una vez que esté construido, se trasladarán todas las áreas que aún se prestan en el San Pedro de Alcántara. De momento no se atreven a aventurar fechas. El gerente del Servicio Extremeño de Salud (SES), Ceciliano Franco, ya aseguró en una entrevista concedida a este diario en diciembre, que no estará en 2023 como estaba previsto, y que podría alargarse hasta 2027. Esta es la fecha máxima ya que estos fondos europeos obligan a que las obras estén finalizadas antes de 2027.

Proceso parado

Una vez terminado el anteproyecto hay que licitar la redacción del proyecto, que elaborará ya un arquitecto. Sin embargo, para poder sacar a concurso esta parte primero es necesario contar con los fondos europeos. Por lo tanto, en estos momentos el proceso está parado. La previsión inicial es que el proyecto y la dirección de obra estén adjudicados en los primeros meses del 2023, pero todo dependerá de lo que se alarguen las negociaciones con Europa.

Con este plan operativo de la Unión Europea se pretende también sufragar la rehabilitación del hospital Nuestra Señora de la Montaña, que albergará los conservatorios de música y danza, la Esad, el área de Salud Mental y la ampliación de la biblioteca. Está aún pendiente en este caso la redacción del plan director, que determinará si son viables todos esos usos.

Por otro lado, la Junta de Extremadura utilizará asimismo los fondos europeos para reformar el centro de salud Plaza de Argel, que se encuentra muy deteriorado. En este caso sí están ya consignados. Se financiará concretamente con los fondos de Recuperación y Resiliencia Next Generation, que contemplan una partida de 1,8 millones de euros.

La idea del Servicio Extremeño de Salud es mantener la actividad sanitaria en el ambulatorio mientras duren las obras. Lo hace precisamente tras el rechazo vecinal a que se traslade el centro de salud. Cabe recordar que en un principio el SES barajó llevarse este ambulatorio al hospital Nuestra Señora de la Montaña, como ya ha hecho con el de Zona Centro. En cambio los vecinos y el propio ayuntamiento le advirtieron de que eso supondría sacar al centro de salud de su zona de influencia (el ambulatorio quedaría muy lejos de sus pacientes).