Catelsa verá afectada su producción por la guerra de Ucrania y la huelga de transportes. La fábrica cacereña, considerada una de las mayores industrias de la capital, empieza a notar ya las consecuencias en los pedidos y suministros a causa del conflicto, ya que tanto Rusia como Ucrania son proveedores de suministros con los que trabaja habitualmente la empresa. 

Inmersa en un ERTE desde el pasado año como consecuencia de la crisis del microchip que paralizó la producción en el país, de nuevo ahora el efecto en la llegada de materias primas o en los trámites con clientes y proveedores dificultan que la fábrica mantenga su actividad habitual. 

Por el momento, según constata el director de la empresa, Jean Luc Wisnieski, en las últimas semanas sí han sufrido una bajada tanto en el número de pedidos como en la producción a causa de la falta de suministros que se encuentran paralizados en la frontera rusa o ucraniana, no obstante, asegura que el descenso no está siendo «drástico». «Obviamente nos ha afectado porque hay materia prima que viene de Rusia y está bloqueada, también hay productos con los que se fabrican microchips que llegan de Ucrania», añade.

De hecho, expone que clientes con proveedores en el país ucraniano como Volkswagen plantean la opción de paralizar parte de su producción por un tiempo hasta que encuentren otro proveedor. En cualquier caso, muestra su «preocupación» por las secuelas «a largo plazo» que pueda generar. «Va a ir a peor», pone de relieve. 

De la misma forma, otra de las vicisitudes a las que hace mención la dirección es a la huelga de transporte, que añade una mayor complejidad a la que ya supone la del conflicto ruso. En esa línea, lamenta que a los pedidos que la empresa mantiene paralizados en la frontera entre países le suma los que no pueden llegar por el paro convocado por los transportistas. «Hoy nos quedamos sin cajas de cartón porque al camión no lo dejaban pasar», manifiesta. 

En cuanto a opciones que plantea la empresa cacereña, Wisnieski precisa que el ERTE que arrancó a finales de año concluirá tal y como estaba previsto y expone que de momento no barajan la posibilidad de acogerse a otro expediente de regulación de empleo temporal sino que la medida que proponen si la situación se recrudece será la reducción de algunos departamentos.