Hay cinco motivos por los que la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del Ministerio para la Transición Ecológica emite una declaración de impacto ambiental negativa a la localización propuesta para ubicar el aeródromo de Cáceres en las inmediaciones del hotel Palacio de Arenales y la confluencia de la A-66 con la N-521. Llama la atención que no solo toma su resolución en base a las consideraciones de las asociaciones conservacionista, sino que también, y en algunos apartados destaca, por los propios informes de órganos de la Junta, que es el promotor del proyecto y el que encargó el estudio de impacto ambiental. Las causas.

No hay una alternativa real, concreta y viable

La dirección general del ministerio concluye que no se puede considerar que el estudio de impacto ambiental presentado por la Junta proponga alternativas reales, concretas y viables y por tanto no cumple con lo exigido en la legislación de evaluación ambiental.

En este apartado es la propia dirección general de Sostenibilidad de la Junta la que considera que se tenían que haber buscado otros emplazamientos alternativos en las inmediaciones de Cáceres y más alejados del complejo de los Arenales, que está en las cercanías del emplazamiento que se propone para el aeródromo, ya que en este complejo hay una destacada comunidad ornítica protegida y ligada a los humedales que hay en la zona.

Otra razón que da el ministerio es que en el estudio de alternativas para el aeródromo no se han cumplido ninguna de las indicaciones recogidas en la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de 2015 que obligaba a la redacción de un estudio de impacto ambiental detallado para someterlo a una evaluación ordinaria, ni tampoco se ha cumplido con las que se especificaban en el documento de alcance elaborado por la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental. Todo lo anterior constituye "una carencia relevante", según se indica en la declaración de impacto ambiental negativa.

Se ha subestimado la repercusión sobre la vegetación

Según la resolución del ministerio, en el estudio de impacto ambiental no se prevén medidas compensatorias para la eliminación de la vegetación y en particular de las casi 24 hectáreas de pastizal anual que se eliminarán. Además puntualiza que la creación de una charca artificial en las inmediaciones de un aeródromo se considera inadecuada por suponer un punto de atracción de la avifauna.

Impactos ambientales significativos sobre las aves

Es la razón de más peso, ya que, según la resolución, no se puede descartar la existencia de impactos ambientales significativos sobre la fauna del entorno, en especial sobre las aves, "con importante pérdida de hábitats, molestias y daños", así como un significativo incremento del riesgo de mortalidad por colisiones entre aves y aeronaves, "que no han sido valorados adecuadamente por el promotor -la Junta-" y que no pueden paliarse con las medidas propuestas en el estudio de impacto ambiental.

Incidencia en espacios de la Red Natura 2000

La dirección general concluye de los informes remitidos por los organismos y asociaciones consultados que "no se puede garantizar" la protección de las especies que constituyen la conservación de los espacios de la red Natura 2000 en sus periodos más sensibles (celo, reproducción...). En las cercanías del aeródromo hay varias Zepas, la más cercana es la de los Arenales. Así se recuerda en la resolución que en la legislación sobre Patrimonio Natural y de la Biodiversidad se establece que sólo cabe la conformidad con un proyecto cuando, a la vista de las conclusiones de la evaluación de las repercusiones sobre la Red Natura 2000, no cause perjuicio sobre la integridad de los espacios protegidos afectados. Por tanto, se concluye que no puede descartarse que el proyecto produzca un perjuicio sobre la integridad de la Zepa Complejo Lagunar de los Arenales y de otros espacios de la Red Natura 2000 cercanos.

Daño en el patrimonio cultural

La dirección general de Patrimonio Cultural de la Junta pide que se excluya de la obra la incidencia en los yacimientos de los Arenales, el Cintado y en una ermita que hay en la zona y que a su alrededor se deje un perímetro de protección. Según la dirección general del ministerio, cumplir esta condición implicaría un cambio sustancial en el proyecto del aeródromo, ya que las zonas que deben excluirse por su incidencia en el patrimonio cultural coinciden con la pista y los hangares.