La provincia cacereña se ha vuelto a dejar 2.292 habitantes en el último censo. Esto supone la pérdida de otro 0,5% de población en 2021 (datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística) frente a 2020. Concretamente, pasa de 391.850 vecinos a 389.558. Hace ya cuatro años, en 2018, bajó del escalón de los 400.000 habitantes y no parece que de momento pueda recuperarlo porque la tendencia sigue claramente a la baja.
El último año en el que la provincia ganó población fue 2011, cuando alcanzó los 415.446 habitantes. Desde entonces, y durante la última década, ha entrado en un declive que no ha logrado remontar un solo ejercicio. La menor bajada se produjo en 2015 (-0,3%), y las dos mayores en 2017 y 2018 (-0,8% en ambos años). Los censos de 2019, 2020 y 2021 han mostrado un descenso consecutivo y reiterado del 0,5%.
Natalidad en picado
No ayuda la baja natalidad, ni el abandono del campo, ni la emigración de los jóvenes en busca de empleos más acordes a sus necesidades. El último estudio detallado de nacimientos por poblaciones (INE) revela que en 50 de las 223 localidades cacereñas (1 de cada 5) no hubo un solo nacimiento durante 2020. En otras 60 se produjeron 1 ó 2. Únicamente 39 superaron la cifra de 10. Y lo más alarmante: solo 6 municipios tuvieron crecimiento vegetativo, es decir, más nacimientos que muertes (Aldehuela del Jerte, Majadas, Saucedilla, Segura de Toro, Tiétar y Toril). Ni siquiera figuran en esa lista Cáceres o Plasencia.
Pero también existe un poco de luz en este túnel del invierno demográfico, de la despoblación del interior peninsular. Un estudio detallado de los 223 municipios cacereños en 2021, y su comparativa con 2020, evidencia que más de 130 perdieron población, pero la buena noticia es que 85 lograron aumentarla y 3 se mantuvieron igual. Son cifras ligeramente más positivas que otros años, y que indican que quizás las políticas para frenar la despoblación están comenzando a tener algún efecto, aunque sea pequeño. De hecho, el análisis de los datos revela que en 2021 fueron los grandes municipios de la provincia (Cáceres, Plasencia, Navalmoral, Coria, Miajadas, Trujillo y Talayuela) los que acapararon la mayor parte de la pérdida de población.
La revisión del padrón a 1 de enero de 2022 por provincias evidencia que son 32 las que pierden población en el último ejercicio frente a las 20 que ganan vecinos. Por comunidades autónomas, crecen 10 y se reducen 7. Los mayores incrementos porcentuales se registran en Murcia (0,6%), Valencia (0,5%) y Canarias (0,3%). En el otro extremo se encuentran Aragón (–1,2%), Asturias (–0,6%) y Extremadura (–0,4%). La población de España aumentó hasta alcanzar un nuevo récord de 47.432.805 habitantes, pero se debió al alza de las personas de nacionalidad extranjera, ya que las de nacionalidad española se redujeron.
