Cien millones de euros harán posible uno de los proyectos más esperados de Cáceres: el soterramiento del colector que atraviesa la Ribera del Marco y que convertirá la Ronda de Vadillo en un gran paseo fluvial que conectará Fuente Concejo con la avenida de la Universidad. La noticia la avanzó ayer el concejal de Infraestructuras, Andrés Licerán, al dar a conocer la licitación de la redacción del proyecto y depuración de aguas residuales de la ciudad.

Se trata específicamente de los servicios de asistencia técnica para la elaboración del estudio de alternativas, los estudios ambientales y la redacción del proyecto de construcción del sistema de saneamiento y depuración de la ciudad de Cáceres, conocido como Edar del Marco, o lo que es lo mismo, la estación depuradora de aguas residuales.

Arco del Marco. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

Licerán tiró de hemeroteca y recordó que en diciembre de 2020 se aprobó en pleno el anteproyecto, que entró en el Plan Hidrológico Nacional en el ejercicio 2021-2022. Luego, en agosto, el Consejo de Ministros aprobó que Acues (Aguas de las Cuencas de España, una empresa pública de gestión de infraestructuras hidráulicas) gestionara esta actuación.

El proyecto es de una importancia extraordinaria para la capital cacereña puesto que supone la ampliación de todos los colectores. «Es un obrón que se alargará durante cuatro años», explicó el concejal. Ahora, de momento, la empresa que resulte adjudicataria tendrá un año para la ejecución del proyecto. Las empresas pueden presentar sus propuestas hasta el 16 de diciembre a las 13.00 horas.

Adaptación a la normativa de depuración de aguas

La adjudicataria deberá ampliar la Edar del Marco para convertir las estaciones de aguas residuales de Capellanías y Malpartida de Cáceres en estaciones de bombeo y hacer el entramado de colectores que desembocan en la Ribera. Con ello la ciudad se adaptará definitivamente a la normativa de depuración de las aguas residuales. La intención, añadió Licerán, es que cuando se ejecute esta actuación, el colector actual quede soterrado y se pueda llevar a cabo ese paseo fluvial, uno de los grandes sueños de la capital.

Se actuará fundamentalmente en 900 metros de los siete kilómetros que confirman la Ribera del Marco, la distancia del tramo donde se pretende actuar, en lo que popularmente se conoce en Cáceres como la Ronda de Vadillo. El vadillo es el lugar de un río con fondo firme, llano y poco profundo que se puede recorrer a pie. El puente del mismo nombre tuvo una entidad especial porque estaba situado en la salida nordeste de la villa, daba paso al camino de Monroy y al de Trujillo, importante lugar de cita de ganados y mercancías.

Un poco de historia

En sus escritos, el profesor Sanguino Michel detalla que la pasarela se mandó construir el 18 de noviembre de 1530. En aquel tiempo todos los puentes eran de cantería, de forma que (cita textualmente) «mandose traer el mayordomo 50 carretas de piedra a la puente que había de hacerse en el vadillo». En la actualidad dicho puente queda integrado en la calle al disponer de acerado, asfaltado y estar delimitado por muros de fábrica de mampostería que constituyen los cerramientos de las propiedades colindantes, y que ocultan la vista de la Ribera.

Abrevaderos originales en Ronda de Vadillo. LORENZO CORDERO

Debajo, escondido por el espantoso colector de aguas residuales, sepultaron el primitivo puente de cantería labrada. Era de un solo ojo, con arco y bóveda rebajada, en esviaje en relación con el actual cauce, ampliado en su ancho con un apósito de hormigón y bovedillas, en forma de forjado, y todo apoyado en un muro de hormigón.

Puente del Marco. JOSÉ PEDRO JIMÉNEZ

El ojo perdió capacidad de desaguar al estar atravesado transversalmente por ese colector de grandes dimensiones y, longitudinalmente, por una tubería de agua potable. Cuando el nivel del cauce aumenta produce un tapón a modo de presa. En esos casos, el viejo cauce a los pilares hace de aliviadero, y eso que los vecinos se ocupan de mantenerlo limpio.

Los abrevaderos, en pie

Junto al puente desagua un ramal del arroyo Río Verde, la antigua cagancha. Por suerte, en esa zona se conservan los abrevaderos originales, que son el único regusto para la vista que queda en pie. Tras la finalización de las obras, Cáceres tendrá su primer paseo marítimo de agua dulce. Eso marcará el nuevo concepto urbanístico de la capital, respetuoso con el medio ambiente, una actuación capaz de poner en valor el pulmón oculto de la ciudad.