El Gobierno descarta dar uso a la cárcel vieja tras 14 años cerrada

El Gobierno central descarta dar uso a la cárcel vieja tras 14 años cerrada. Tras meses de reivindicaciones por parte de la asociación memorial del cementerio de Cáceres (Amececa) a todas las instituciones para que el edificio recupere la actividad y albergue un centro de memoria histórica, el Ministerio del Interior ha emitido a principios de año su respuesta a la petición que ha valorado de forma desfavorable. «No se tiene previsto que en la antigua Prisión Provincial de Cáceres se aloje el Centro de la Memoria Democrática que contempla el artículo 58 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática, en vigor desde el pasado 21 de octubre». 

Ante esta negativa por parte del Gobierno central, titular del inmueble --pertenece a Instituciones Penitenciarias--, a que recupere la actividad, Amececa ha instado de nuevo al ministerio que adopte «a la mayor» brevedad» medidas para frenar el deterioro del edificio, considerado Bien de Interés Cultural (BIC) en estado de abandono desde que se cerró en 2009. Argumentan en su defensa la importancia de recordar que «miles de personas de nuestro país permanecieron encarceladas en la antigua prisión durante la Guerra Civil y la dictadura franquista por sus ideales democráticos. 

Arranca así el nuevo año con el futuro en el aire para este inmueble sobre el que en los últimos meses tampoco han querido pronunciarse las instituciones locales. El debate del futuro de la cárcel. En 1992 el ayuntamiento y el Ministerio de Justicia firmaron un convenio para derribar el edificio y en el solar construir viviendas. 

En el año 2000 abandonaron el centro penitenciario los últimos presos y en 2006 empezó a funcionar con centro de inserción social. Ese año volvió a especularse con el derribo y las asociaciones vecinales se mostraron contrarias y pidieron darle un uso. Es ahí cuando nace la plataforma ‘Salvemos la cárcel’. Desde entonces se planteó como opción que albergara una sede de la Policía Local, un centro cultural, un centro cívico o incluso un centro comercial.

En 2015 Amececa arrancó los primeros movimientos para solicitar que se creara un espacio de memoria. Para entonces, el Ministerio del Interior ya había puesto a la venta el inmueble y el ayuntamiento pidió que lo reiterara de la puja de internet. De hecho, pidió al Gobierno central que se cediera el edificio a la institución municipal. En ese momento, la estimación del coste de rehabilitación se elevó a 12 millones de euros. Esta cesión no llegó a materializarse y Amececa pidió que el centro fuera declarado Bien de Interés Cultural y tramitó la documentación con la Junta de Extremadura. En 2021 retoma las gestiones e inicia una recogida de firmas. La campaña llegó a recabar hasta 8.000 apoyos. En diciembre de 2022 recibió la respuesta del ministerio.