Comienza el dispositivo policial en La Madrila de Cáceres

El ayuntamiento inició la noche de este jueves el refuerzo policial en La Madrila, el primero después de la celebración de la Mesa de Seguridad del pasado martes aunque en realidad los controles se llevan incrementando desde el 6 de octubre. La policía actuará entre las once de la noche y las nueve de la mañana de este jueves hasta la madrugada del sábado al domingo. En ese tiempo intensificará los controles de acceso, de alcohol y drogas, de consumo de drogas y alcohol en la calle y de estancia en Albatros al cierre de los bares.

Esos controles han comenzado en la calle Santa Teresa de Jesús y de ahí se han extendido al conjunto del barrio que concentra el ocio nocturno juvenil cacereño. Desde esta noche a la plaza de La Madrila no se puede acceder con vehículo, y eso se seguirá vigilando. Igualmente se realizarán controles dentro de los establecimientos para comprobar que el nivel de ruidos entra dentro de la legalidad y que el sistema administrativo y de contratación de personal de los mismos está en regla.

De momento, son tres dotaciones de la policía local con dos agentes cada una las que forman parte del operativo. Éste lo conforman, por un lado, los agentes de atestados y, por otro, por los del resto del operativo. A ellos se unen refuerzos del Grupo Especial de Seguridad de la Local y de la Policía Nacional.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Pedro Muriel, ha expresado que la presencia de gente en la calle «la permite la ley», pero que de lo que se trata es de que las aglomeraciones se controlen y de que la marcha de la gente de los bares se realice «de forma escalonada». El objetivo es alcanzar «un ocio ordenado y racional».

Desde el pasado 6 de octubre, fecha en la que se intensificaron los controles de la policía local en La Madrila, tras las quejas vecinales, se han realizado seis inspecciones de locales de ocio, según el informe de intervenciones practicadas al que ha tenido acceso este diario.

Los agentes han actuado hasta en ocho ocasiones en la calle Santa Teresa de Jesús, una en Abilio Rodríguez Rosillo, Viena y plaza de Bruselas, nueve en Hernán Cortés, dos en la calle Venecia, otras dos en Doctor Fleming y tres en José Luis Cotallo, aunque la palma se la lleva la plaza de Albatros, centro neurálgico de La Madrila cacereña, con 14.

El informe añade que se ha captado un conductor por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de alcohol y drogas, que seis de los múltiples controles efectuados han arrojado resultado positivo en alcohol y que las pruebas de alcoholemia por la vía administrativa con resultado positivo fueron cuatro. Otro de los conductores circulaba sin la autorización administrativa vigente.

Estos datos son relevantes porque ponen de manifiesto que el ayuntamiento está poniendo su empeño en que el problema de ocio en La Madrila tenga solución, si bien es cierto que se trata de una cuestión históricamente enquistada y que requiere un plan global de acción.

La noche del miércoles

Entretanto, vecinos de La Madrila, incrédulos, volvieron a expresar ayer sus quejas por los ruidos que padecen. Esta vez y contra todo pronóstico fue un miércoles. Según el testimonio de los afectados, en las inmediaciones del antiguo pub Rita había grupos de gente «dando voces, estaban discutiendo. Eran las cinco de la mañana. Hasta esa hora no hemos podido pegar ojo», ha dicho una vecina cuya vivienda da directamente a la plaza de Albatros.

«Estaba la música bien alta, con gente bailando. Estaban fuera. Vamos de mal en peor. Nos preguntamos: ¿cómo es posible que sea miércoles y que tampoco hayamos podido dormir? No damos crédito», han indicado los afectados que han añadido que a esa hora no había policía en la zona.

La situación se produjo justo la noche antes de que se estableciera el nuevo dispositivo especial de seguridad, tras el acuerdo adoptado en la Mesa de La Madrila. Ese encuentro estuvo presidido por el concejal del área, Pedro Muriel, y al mismo acudieron responsables de la policía local y Nacional, de la hostelería y de los vecinos. 

Suscríbete para seguir leyendo