Fútbol. Segunda Federación

Cacereño y Melilla firman un empate lógico

El equipo de Cobos, sin pegada, y un Melilla siempre contundente dirimen un encuentro equilibrado que termina sin goles

Sanchidrián, en primer tiempo, jugó su primer partido como titular.

Sanchidrián, en primer tiempo, jugó su primer partido como titular. / Carla Graw

José María Ortiz

José María Ortiz

0-Cacereño: Iván Moreno, Pedro Ramírez, José Martínez, Traoré, Gomis, Ruymán (min. 65, Bermu) Telles, Samu Manchón (Garci, min. 72), Iván Fernández (mn, 83, Segura), Sanchidrián y Solano (David Grande. 65).

0-Melilla: Salcedo, Fran Serrano, Moi Rodríguez, Dani Martín, Sergio Pérez (min. 90, Jordan Hernández), Álvaro Muñiz, José Antonio (min. 90, Fer Cano), Alberto Martín, Fran Núñez (min, 70, Nico Santos) José Antonio, José Enrique.

Árbitro: Abraham Hermández Maestre (Comité Andaluz). Mostró tarjetas a Pedro, Solano, Ruymán, Alberto Martín y José Antonio.

Incidencias: Encuentro de la vigésima jornada del grupo 5 de Segunda Federación disputado en el estadio Príncipe Felipe ante 1912 espectadores (cifra oficial).

Cacereño y Melilla empataron (0-0) en un duelo parejo, de alternativas, de escasas oportunidades y mucho respeto entre ambos. El decano extremeño encadena así tres empates consecutivos ante su gente, una dinámica, unida a la crisis de resultados fuera, que le ha ido cercenando su ventaja en la zona alta, en la que se mantiene aún. 

Se atisbaba partido complejo ante el líder. Y los hechos sobre el césped reflejaron exactamente las sospechas. Más dominio local en lo global y tremenda contundencia atrás de los melillenses en un duelo que tuvo sus mejores momentos en la recta final, en la que pudieron ganar los dos.

El primer aviso serio lo dio el mexicano Telles con un lanzamiento al borde del área tras un servicio de Samu Manchón y en acomodada posición, pero el esférico se fue alto. Era el minuto 10 y el CPC se había desperezado ya de un inicio generador de dudas en el que el control fue del equipo de Miguel Rivera.

El partido se durmió en el centrocampismo voluntario de ambos, que parecían haber pactado la coyuntura, sin más opciones veraderas en un largo tramo que una contra del Melilla que acabó en gol anulado por fuera de juego de José Enrique. Ocurrió al filo de la media hora. 

En la grada, desde muy pronto encendida, todas las iras iban contra el colegiado, demasiado contemplativo con los visitantes e inflexible con los verdes, especialmente en lo disciplinario. Resulta muy poco recomendable que un árbitro capitalice las atenciones, para bien o para mal, en detrimento del fútbol. Ocurrió este domingo en el Príncipe Felipe.

Parecía que proponía más ofensivamente el Cacereño, que en la zurda del incisivo Iván Fernández tuvo el gol al filo del descanso. A su regate le siguió un lanzamiento de zurda, en coyuntura favorable, que no encontró portería. Fue la mejor opción local hasta entonces. Poco bagaje en un choque en el que fue por primera vez titular Sanchidrián, que tuvo un par de detalles de calidad y velocidad plausibles. 

El árbitro, que se erigió en protagonista, enseñando una tarjeta.

El árbitro, que se erigió en protagonista, enseñando una tarjeta. / Carla Graw

El guión explicaba que había que aprovechar las pocas oportunidades que surgieran ante un rival tan hermético y que concede tan poco. Siete goles ha encajado el cuadro de Miguel Rivera, un entrenador protagonista de mil batallas que siempre da un sello de orden cartesiano a sus equipos.

Segunda parte

Tras el asueto, la tuvo Ruyman y también flirteó con el gol José Martínez. Había salido el CPC con presión alta en busca de provocar el cortocircuito visitante, muy poco probable pese a la cantidad de bajas que traía a este encuentro, en el que fue palmario su respeto a su contrincante. 

El partido se espesó definitivamente y apenas había noticias en las áreas. El Melilla, a la contra, estuvo muy cerca del zarpazo con el empalme de Sergio Pérez al palo. Casi a continuación José Antonio volvió a encontrarse con la madera cuando encaraba a Iván Moreno con todas las posibilidades de rebasarle. Todo ello, rondando el 75, con el cuadro visitante, al fin, yendo a por los tres puntos.

En el 87, David Grande se encontró con Salcedo como único opositor, pero el exmeta del Mérida tapó el tiro del 11 cacereño, que tuvo la ocasión de lanzar otra vez, también sin suerte, tras el rechace del cancerbero.

El encuentro murió en el área del Melilla, con arreones continuos de los de Julio Cobos, un conjunto que está involucionando a un equipo sin pegada. Ni el debut de Segura, con muy pocos minutos en el campo, sirvió para agitar de verdad el árbol, ya que este Cacereño está perdiendo credibilidad ofensiva en esta parte de la temporada. 

Aún tiene margen para seguir en el pelotón de los importantes, pero Melilla y Atlético de Madrid B están demasiado alejados ya, además de que el Villanovense le ha arrebatado ya la primera plaza de la particular clasificación de los extremeños. 

Cobos se queja de la 'doble vara de medir' del árbitro

No estaba contento Julio Cobos con el partido, especialmente con el arbitraje. En su opinión, el andaluz Abraham Hernández utilizó «dos maneras de medir distintas» para Cacereño y Melilla, y que ello habia mediatizado el encuentro. «Para nosotros había otras normas. Nos ha enseñado tarjetas por cualquier cosa, y a ellos no», expresó el de Valdehornillos. Al tiempo, recordó que en el anterior choque en Navalcarnero «hubo un penalti clarísimo que no se pitó» y que él, que no suele hablar de los árbitros, tiene que hacer saber los errores. «Ellos se pueden equivocar y yo lo entiendo», sugirió, antes de pedir similares varias de medir para los equipos que juegan ante el CPC.

Afirmó Cobos que el equipo llegaba de hacer un buen partido en Navalcarnero y que espera que se vuelva pronto a la racha de buenos resultados. «Nos está costando a todos», manifestó el técnico verde, que informó que Clausí ya entrena, pero que tienje aún alguna molestia que le hizo ser baja este domingo. 

Del rival dijo que «maneja muchos registros» y que, además, «si se le permiten cosas», apuntó, en clara alusión a las decisiones arbitrales de este partido, el objetivo lo tendría más fácil.

Por su parte, MIguel Rivera, entrenador del Melilla, alabó al Cacereño y sus condiciones, además de por la temporada que está haciendo, y lamentó que las dos ocasiones que tuvieron en la recta final no pudieran ser aprovechadas al dar el balón por dos veces en el palo.