El Don Benito rasca otro punto fuera

De empate en empate hasta la salvación final. Este parece ser el lema de un Don Benito que ya no es colista (ese ‘privilegio’ es ahora para el Diocesano) y que se aferra a la permanencia rascando aquí y allá frente a rivales teóricamente superiores. Este domingo logró maniatar a un Estepona (0-0) en plena crisis de resultados y que se cae de los puestos de fase de ascenso, inmerso en un mar de dudas como la mayoría de los equipos en esta fase del campeonato.

Sin ser mejor que su rival, el Don Benito tuvo sus opciones de llevarse los tres puntos del Muñoz Pérez gracias a la conexión que formaron Fran Pérez y Borja Domingo, una pesadilla para la zaga malagueña. Aunque también el recién llegado Frodo pudo darle un disgusto a los calabazones en un par de ocasiones.

Sabía el equipo de Manolo Martínez que si lograba rascar algo del feudo esteponero cedería la nada honorable condición de farolillo rojo a sus paisanos del Diocesano, tras la debacle colegial del sábado. Enfrente, el equipo de Iván Ruiz era de esos que engañan. Llegados al grupo por la puerta de atrás, en los despachos, sin mayor experiencia en la categoría, pero, ya puestos, con un presupuesto y una plantilla que ya quisieran muchos. Durante toda la primera vuelta pasó por ser la revelación, pero ya no engaña a nadie.

Así que, a ponerse el mono de trabajo, a fajarse por cada balón y a mantener la cabeza fría atrás, por donde han llegado buena parte de los disgustos rojiblancos. Avisó el fusilero Kike Pina a los tres minutos y amenazó el expalentino Frodo, que remató ligeramente alto un balón llovido del cielo. Replicó el central Rafa Ortiz tras un córner, pero la sensación era que el Don Benito se metía cada vez más atrás, empujado por su rival.

Borja Domingo, muy activo mientras estuvo sobre el terreno de juego, vio cómo se le anulaba un gol por fuera de juego tras asistencia de Fran Pérez desde la banda. El delantero discutió con el colegiado y con su asistente, pero no consiguió convencerlos de que había partido en posición legal. En resumen, ningún tiro a puerta en toda la primera parte, ni de uno ni de otros. Al intermedio se llegó con un zurdazo de Borja Domingo que se perdió muy cerca del poste y con seis minutos de parón debido a una lesión del portero local, Razak, en una de sus manos.

Si poco sucedió en el primer acto, aún menos en el segundo. Al menos, en cuanto a oportunidades reseñables. Borja siguió peleando con los zagueros del Estepona y con el punto de mira torcido. El murmullo en la grada rojilla era cada vez mayor, ante la falta de soluciones aportadas tanto por sus futbolistas como por el técnico desde el banquillo. Y creció cuando Domingo, el de casa, fue expulsado por una desproporcionada plancha a la altura del cuero de un defensor, más propia de las artes marciales que del fútbol.

El reparto de puntos final satisfizo más a los de Manolo Martínez, que tratarán de hacerlo bueno el próximo domingo (17.00horas) en el Vicente Sanz frente a la Gimnástica Segoviana.