Otro empate de un honesto Diocesano

Pablo Margallo, canterano del Diocesano con pasado en el Unión Adarve, reivindicó la honestidad de los colegiales, prácticamente descendidos, y privó a los ‘lobos’ de un triunfo que les hubieran reenganchado de nuevo a la lucha por el ascenso tras su triunfo en el Príncipe Felipe del pasado domingo. Firmó sus dos primeros goles de la campaña, el primero al transformar un penalti por derribo de Lobato sobre Rayco y el segundo al convertir un libre indirecto en el interior del área tras una cesión sobre Lombo. En un partido loco hasta el final, Meseguer y Maganto le habían dado la vuelta al marcador en apenas un minuto y el portero rojinegro evitó el triunfo del colista desviando muy cerca de la escuadra un intento desde casi el centro del campo que hubiera culminado un espectacular triplete ganador de Margallo (2-2).

El primer disparo lo protagonizó Rayco, nada más iniciarse el encuentro, pero fue el Adarve el que apretó de lo lindo en un primer tiempo en el que mereció irse con ventaja. Empezó probando fortuna Dani, desde la frontal, deteniendo con seguridad Miguel Cordero. El ariete Segovia continuó la serie con un remate que se perdió por centímetros y otra, clarísima, que entre Cordero y Sahuquillo despejaron a córner. Luego, tres testarazos de Juanma y Carbonell.

Una caída de Sahuquillo cuando se disponía a rematar provocó las quejas de la expedición colegial y el gol madrileño pudo llegar en un chut demasiado cruzado de Fer Harta y en un nuevo cabezazo de Carbonell detenido por el portero extremeño.

Penalti y gol

El segundo acto comenzó con la presión local, que gozó de nuevas oportunidades de Segovia, Pineda y Fer Harta. Pero entonces llegó la acción del penalti que terminó por desbocar el choque. Margallo asumió la responsabilidad y batió a Lombo junto al poste derecho. Tardaron unos minutos los locales en reaccionar, pero lo hicieron a lo grande. Una buena triangulación por la banda derecha la culminaba el internacional ecuatoguineano Meseguer para empatar y, nada más sacarse de centro, otra gran jugada de Pineda la convertía Maganto desde la frontal para volver a batir a Cordero por la escuadra contraria.

Parecía que hasta ahí había llegado la resistencia de los de Adolfo Senso, que pudieron encajar el tercero poco después en un remate picado de Albur que se marchó fuera por muy poco. Pero un error de los que sacan de sus casillas a los entrenadores varió un guion que parecía escrito. Lombo arriesgó y atrapó con las manos una cesión atrás. El colegiado señaló libre indirecto, toquecito atrás y Margallo, con la involuntaria colaboración de un rival, anotaba el empate, a la postre definitivo. Lástima que el buen portero adarvista reaccionara con reflejos a la locura intentada por el propio Pablo, cuando el partido ya expiraba. Hubiera sido el colofón a su mejor partido con el primer equipo rojillo desde su regreso.

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