baloncesto. Liga Femenina Challenge

El Al-Qázeres, sin respuesta en Málaga

Las cacereñas encajan en la pista de un Unicaja superior su segunda derrota del año 2024 

Mariana Muadi, cabizbaja en un partido en el Multiusos.

Mariana Muadi, cabizbaja en un partido en el Multiusos. / Carlos Gil

área 11

90 - Unicaja Mijas: Clara Cáceres (5), Salomé García (16), Akilah Bethel (10), Clara Vieitas (12) y Bojana Stevanovic (11) -cinco inicial- Marta Ortega (8), Elena Moreno (7), Fatou Filor (10), Andrea Gutiérrez (7), Rocío Ramírez (0), Carmen Ruiz (3) y María Sánchez (3).

80 - Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura: Bre Scott (12), Gedna Capel (24), Stephanie Martínez (9), Josephine Filipe (7) y Celia García (10) -cinco inicial- Mariana Muadi (7), P. Romero (3), Noa Lorenzo (0), Carmen Suárez (0) y Lucía Fontela (8).

Marcador por cuartos: 22-20, 47-36 (descanso), 68-56 y 90-80 (final).

Árbitros: Piñeiro Amondaray y Cotta Ávila. Sin eliminadas.

Incidencias: Decimoctava jornada.

Segundo tropiezo en este año recién estrenado para un Alter Enersun Al-Qázeres Extremadura, que en esta oportunidad volvió a caer en tierras malagueñas y a domicilio, esta vez ante un correoso Unicaja Mijas (90-80). De manera parecida a lo que sucedió en Estepona, las malacitanas propusieron un partido incómodo de principio a final, de mucha exigencia física y no pocos contactos, donde las de Jesús Sánchez nunca estuvieron agusto. En un día de poco criterio ofensivo y mucho despiste defensivo, las extremeñas salvaron los papeles en el primer tiempo gracias a su buen desempeño desde el triple y el rebote, pero sus problemas persistieron tras el descanso y ahora sin el auxilio del perímetro, irían cediendo un terreno que al final les fue imposible de recuperar.

De salida las de Jesús Sánchez se encontraron con un Unicaja Mijas muy motivado en la presión alta y el dos para, sin miedo a frenar el ritmo con faltas y en todo caso incomodando mucho a las extremeñas. Así, tras robo y a la carrera, las visitantes encajaron la canasta inicial de un duelo dominado en el marcador durante los primeros compases por las locales, siempre con ventaja mínima pero dejando la impresión de ser un equipo muy correoso en lo defensivo. Las cacereñas sobrevivieron al alto ritmo y al intercambio de golpes gracias a su acierto de tres con Stephanie Martínez y Celia García o Bre Scott (17-17, min. 6), pero más allá de esa precisión desde el perímetro les costaría mucho atacar la pintura rival. Al final tras una segunda mitad de cuarto más cerrada 22-20.

Un triple de Fontela en segundos volvió a colocar a las extremeñas arriba, pero al igual que anteriormente eso no duró y las malacitanas volvieron a llevar la iniciativa rápido, tras una nueva recuperación y triple de Moreno. Las pupilas de Jesús Lázaro no aflojaban en lo defensivo y además mantenían el ritmo anotador ante un Al-Qázeres que sólo dominaba el rebote, porque superados los cinco minutos de la segunda manga sólo habían encestado una (33-25). Hasta que Scott, de nuevo con un triple, rompió la sequía foránea llevando el choque a una fase de mayor tensión con mucho cuerpo a cuerpo y no pocas faltas. Los libres fueron una ayuda en este tramo, también otro triple de Celia García, pero en general los problemas ofensivos persistieron y en aro propio aunque se había visto una pequeña mejora, la gigante local Vietias seguía haciendo mucho daño. Al descanso y después de un último minuto muy malo tras tiempo muerto se vería la máxima de la tarde con el 47-36.

SEGUNDO TIEMPO

Al poco del reinicio se vería otra máxima con el 50-38, pero también una mejor toma de decisiones en campo contrario de las de Jesús Sánchez que no tardó en reflejarse en el luminoso (52-46, min. 24). Sin embargo, las malacitanas salvaron ese momento tan delicado de manera tremenda y con dos triples consecutivos de Salomé García y Carmen Ruiz obligaron al míster visitante a pedir un TM un minuto más tarde pues el +12 volvía a instalarse en el electrónico. El Al-Qazeres se veía obligado a otro sobreesfuerzo ante un rival crecido al que no le importó llevar el duelo a su parte más física, con contactos constantes y sin miedo a las faltas. Algo que le siguió reportando grandes beneficios (máxima con el 66-51). Al final 68-54.

En el último cuarto las cacereñas salieron a por todas y pelearon sus suerte con valentía, pero también con mucho riesgo y no poca precipitación que su oponente castigó con puntualidad (75-63, min. 34), llevando el choque a un punto de no retorno donde ya resultaba imposible recuperar lo perdido (85-77, min. 38), por mucho que el equipo nunca bajó los brazos hasta el 90-80.

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