Fútbol. Primera Federación

David Rocha recalca que el Mérida «no puede relajarse»

Salir del descenso «refuerza lo que vienes haciendo en el día a día», dice el técnico romano

David Rocha, entrenador del Mérida.

David Rocha, entrenador del Mérida. / AD Mérida

Después de dieciocho jornadas, el Mérida salía de los puestos de descenso tras ganar por 2-1 al Atlético Baleares y aprovecharse de las derrotas del Linares y del San Fernando. Este último, precisamente, es el rival de este domingo (20.00 horas). La ubicación en zona de permanencia ha dado lugar a «la semana más feliz en cinco meses», reconocía el técnico emeritense, David Rocha, en su comparecencia previa al encuentro de esta jornada. «Tranquiliza un poco y nos da ánimo para seguir en la línea de trabajo. Te refuerza lo que vienes haciendo en el día a día».

A pesar del buen momento, todavía queda mucha competición por delante. «Es verdad que la soga no está en el cuello como hace un mes, pero para nosotros es una oportunidad muy buena para distanciarnos un poco. Tenemos que aprovecharlo y no podemos relajarnos nada». Lo cierto es que los emeritenses aventajan en un punto a los cañaíllas, por lo que «lo vemos como una oportunidad de oro, es un momento importante de la temporada, porque después viene un rival que tenemos cerca», el Alcoyano.

Para este encuentro Rocha tiene la baja de Luis Acosta por acumulación de tarjetas y solo la de Lluis Llácer por lesión. Explicaba el técnico que el cambio del lateral en el descanso del partido del domingo pasado fue por una microrrotura en el aductor, a lo que había que sumar que hubiera visto una tarjeta en la primera mitad. La buena noticia es que tanto Bonaque como Padilla «vendrán», aunque es difícil que tengan minutos.

Una de las explicaciones al buen momento del equipo en el que coincide todo el mundo ha sido la buena gestión de la dirección deportiva en el mercado de invierno, algo en lo que también está de acuerdo Rocha, porque «nos ha dado alternativas diferentes y, sobre todo, una plantilla más amplia. En mis primeros partidos como entrenador en Ceuta y, sobre todo, en Alcoy, fuimos con doce o trece jugadores, y eso hace muy complicado no solo ganar el partido sino durante la semana prepararlos bien, porque teníamos que llamar a siete u ocho juveniles para poder entrenar y eso al final, el domingo, se nota». Así pues, quiso quitarse méritos por los resultados que se están consiguiendo pues «no estamos inventando nada, lo único que hacemos mucho hincapié en que todos los días hay que estar al ciento veinte por cien en todo, también en los momentos más lúdicos».

También comentó la circunstancia de que de nuevo haya sido expulsado por segunda vez esta temporada. «No le dije nada al árbitro. No me siento orgulloso de que me expulsen y soy el primero en reconocerlo si me equivoco, pero el otro día no tiene sentido la expulsión». Añadió que «muchas veces sentimos una tensión y una vigilancia excesiva del cuarto árbitro y del asistente. Ante un insulto o una falta de respeto tienen que cortar de raíz, pero ante un comentario deben tener más empatía». Aportaba el técnico un dato que muestra el problema que entiende que están viviendo los entrenadores: «Creo que hay ocho entrenadores sancionados».

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