Segunda Federación

Un mes de lágrimas, suspiros y pocas alegrías en Segunda Federación

Con el Montijo ya descendido, al resto de equipos extremeños les basta con salir de la quema y permanecer un año más en la categoría, aunque es previsible que haya más descensos a Tercera en la presente temporada

Un lance del juego del partido entre Cacereño y Montijo del pasado domingo en el Príncipe Felipe.

Un lance del juego del partido entre Cacereño y Montijo del pasado domingo en el Príncipe Felipe. / Carlos Gil

Hemos estado todo el año pensando que la dinámica para el fútbol extremeño en esta Segunda Federación iba a revertirse en cualquier momento. Confiando en el peso histórico de equipos como el Cacereño o el Villanovense en la categoría, o en el talento perdido de la plantilla del Badajoz, que en cualquier momento podría terminar aspirando al título. Pero los meses han ido cayendo como losas pesadas sobre el calendario, mientras los nuestros no pasaban de la mitad de la tabla. Y ya está aquí abril y las últimas cuatro jornadas de liga. Sin más opciones que salir del infierno de los cinco puestos de descenso que te mandan a Tercera. Cuatro, para ser exactos, pues uno ya está adjudicado a un Montijo que pone fin a tres años de gloria en Segunda Federación.

El Montijo finiquitó su etapa en la categoría con una derrota esperada en el estadio Príncipe Felipe de Cáceres. Todo descenso conlleva un sabor amargo, aunque ha tenido tiempo el club rojillo de digerirlo con cautela y cabeza fría. Recortó los sueldos a principios de año y alivió lo traumático de un descenso para pensar en un proyecto futuro. Y todo ello lo ha conseguido siendo competitivo en todos los partidos. En Cáceres tuvo un penalti y un achuchón para sacar los colores a un Cacereño que está para cumplir el expediente. 

Los dirigentes del Montijo asumen con normalidad el descenso, pero sólo piensan en conformar una buena plantilla que aspire a lo máximo el año próximo en Tercera. Las negociaciones para renovar jugadores ya han comenzado, aunque hay varios que tendrán difícil seguir por su gran rendimiento, caso del extremeño Runy. 

El Cacereño se ve aliviado en la clasificación tras su pírrica victoria, pero su calendario puede resultar muy espinoso si no termina sacando algo de petróleo el próximo domingo en el Fernando Robina de Llerena. 

Definitivamente, no está en su mejor versión el Cacereño. Eso sí, jugadores como Deco o Diego Díaz han dado un paso al frente en el equipo y están creciendo en estas últimas jornadas para darle talento y resolución a los de Cobos. Algo positivo en Llerena les da margen. Pero una derrota, los mete de nuevo temblando para abajo. 

El Villanovense está encontrando cierta regularidad que le hace ser optimista de salir de la quema, aunque sólo está tres puntos por encima del descenso. Una victoria ante el Unión Adarve el próximo domingo casi le deja medio salvado. 

Más complicado lo tiene el Llerenense, aunque los de Luismi volvieron a ofrecer una versión compacta y robusta en El Prado de Talavera para arañar un punto de oro. Ha vivido casi toda la temporada en el alambre y eso le hace ser fuerte a este Llerenense capaz de adaptarse a todas las circunstancias. 

La penitencia la está pagando claramente el Badajoz, que se dejó en Segovia buena parte de sus opciones de permanencia. Perder la categoría sería una debacle, pero estar a siete puntos de la salvación con sólo 12 puntos por disputarse es una tragedia de dimensiones desproporcionadas que nadie se puede creer en el Nuevo Vivero.

La sensación para el Badajoz es de equipo sentenciado. Y eso que tiene que jugar en casa ahora con el Mensajero y visitar al Montijo, los dos últimos en la tabla. Seis puntos le recolocarían de nuevo cerca de la salvación antes de viajar al campo del Sanse, que se juega la liga. Queda claro que el Badajoz tiene que ganarlo todo para salvarse. O para jugar, al menos, la promoción de permanencia. Pero cualquier tropiezo, ahora sí, le desciende a Tercera. 

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