ENTREVISTA | Juan Carlos Bautista Gerente de Casa Bautista

«Vienen turistas desde Bilbao a comprarme jamones a Montánchez»

Juan Carlos Bautista, en su tienda de Montánchez.

Juan Carlos Bautista, en su tienda de Montánchez. / J. VENTURA

Juan José Ventura

Juan José Ventura

Juan Carlos Bautista es uno de los industriales del jamón ibérico más conocidos de Extremadura. Desde Montánchez sus productos se han convertido en referencia de la gastronomía de calidad. Además, cierra el ciclo productivo con sus dos casas rurales, La Casona de Bautista y La Casita de Bautista, desde donde los viajeros conocen las dehesas y los bosques de castaños de la zona.

¿Cómo la historia y la tradición de la fabricación de jamones en Montánchez contribuyen a atraer turistas a la región?

Montánchez tiene un gran nombre como destino turístico, que empezó a forjarse con Carlos V. Tengo muchos clientes que cuando vienen de vacaciones desde Asturias pasan por Montánchez solo para vernos y muchos vienen de Madrid directamente solo a comprarme jamón ibérico. Pasan el día, conocen la zona y se llevan producto para sus hogares.

¿Ofrece su empresa visitas guiadas o experiencias inmersivas para turistas interesados en aprender sobre el proceso de fabricación del jamón? ¿Cómo se pueden reservar estas visitas?

Siempre que podemos a nuestros clientes les enseñamos la fábrica de Jamones Casa Bautista, especialmente los días de diario. Incluso vienen excursiones enteras a vernos. En fin de semana es más complicado porque tenemos menos personal. Ahora mismo, muchos jueves y viernes tenemos excursiones. A los visitantes se les da un plato de jamón, chorizo y salchichón con un vaso de vino de la tierra de Montánchez. Al mes tenemos como mínimo cinco excursiones. 

¿Qué impacto ha tenido el turismo en su negocio y en la economía local de Montánchez en general?

Efectivamente, entre el turismo y la producción de jamones hay una gran sinergia. Además, dispongo de dos casas rurales donde se alojan muchos de mis clientes que vienen de distintas partes del país. A veces vienen de Bilbao exclusivamente a comprarme jamón. No obstante, hay mucha venta por paquetería, que es más fuerte incluso que la venta en tienda. Gracias a ella sobrevivimos en la pandemia sin dar de baja a ningún trabajador. Tengo clientes de más de treinta años que confían en la excelencia de los productos de Casa Bautista.

¿Cómo colabora su empresa con otros negocios locales, como hoteles, restaurantes y agencias de turismo, para ofrecer una experiencia completa a los visitantes de Montánchez?

Tenemos dos casas rurales: La Casona de Bautista y La Casita de Bautista. La primera tiene una antigüedad de más de dos siglos. Están perfectamente acondicionadas con bodega y piscina y pueden contratarse en las principales webs de alojamiento o directamente a mí.

Desde su perspectiva, ¿cuáles son los mayores retos y oportunidades para el futuro del turismo gastronómico en Montánchez, especialmente en relación con la fabricación de jamones?

Montánchez cuenta con restaurantes de calidad, pero necesitaríamos uno de referencia, con platos que atraigan a los viajeros y vengan exclusivamente a degustarlo. Eso daría un plus a la oferta local.