El nuevo Diccionario de la Lengua Española presentado ayer contiene una visión más moderna del léxico actual y pretende evitar el carácter machista y homófobo que algunas definiciones tenían hasta ahora. El diccionario tiene siempre una gran repercusión (la edición digital recibe casi un millón y medio de consultas diarias), y quizá por ello la RAE recibe "constantes quejas" sobre su contenido y sugerencias para que se incluya o suprima tal o cual palabra.

Para el director de la RAE "hay algunas quejas que son muy razonables y otras, fundamentales para la corrección del diccionario", como ha sucedido en el campo del lenguaje de las ciencias y la técnica, el de las pesas y medidas europeas y el del automóvil.

"En la mecánica te encuentras con cosas que son de hace 30 años; en nanotecnología, con ausencias que son de hace 20 años. Son ciencias que se han modificado muchísimo en los últimos años", comenta.

Se ha tenido "un especial cuidado" en evitar el posible carácter machista de algunas definiciones. Se han revisado "todos los artículos en que aparece la voz mujer" y se ha procurado que "no hubiera elementos muy graves que fueran de denuncia inmediata", afirma Blecua.

Ya se dijo el pasado mes de marzo que del adjetivo "femenino" se ha suprimido la acepción de "endeble, débil", y de "masculino" la de "varonil, enérgico". Y se han revisado con lupa las profesiones para que conste el masculino y femenino siempre que haya posibilidad de que una mujer las desempeñe.

Los colectivos de homosexuales también han manifestado su satisfacción por los cambios introducidos en términos como "maricón" y "sodomita".

Del primero, que lleva la marca de "vulgar", se han eliminado las acepciones de "marica" y "sodomita" y se incluye la de "varón afeminado y homosexual", según se puede comprobar en la edición digital del DRAE. Y "sodomita" ya no es el que "comete sodomía", sino el que "practica la sodomía".

El diccionario incorpora por primera vez el adjetivo "homófobo" y lo asocia a la definición de "homofobia" --aversión obsesiva hacia las personas homosexuales--. También se ha modificado el artículo correspondiente a "gay" y se incluyen ejemplos como "sus mejores amigos son gais". Pero siempre habrá términos que molesten a determinados colectivos porque "es muy difícil evitar algunas palabras", señala el director.

"Yo suelo decir que el diccionario tiene que ser científicamente correcto, y, si es posible, políticamente correcto, pero solo si es posible", añade Blecua.

Para José María Núñez, presidente de Fundación Triángulo, "este nuevo cambio de la RAE es un avance fundamental para los que creemos que la homofobia debe combatirse en todos los frentes, también en el educativo, incluso especialmente en este terreno, pero en este caso nos parece especialmente relevante por el impacto que esta modificación de la principal referencia lingüística del castellano puede suponer en el continente latinoamericano, dado que al fin y al cabo es nuestra lengua común y en muchos países de este continente aún la homofobia campa a sus anchas a mayor nivel que puede ocurrir en nuestro país".