El Producto Interior Bruto (PIB) de Extremadura se contraerá entre un 8,1% y un 13,3% en el año 2020 debido al «shock» que ha supuesto la crisis del coronavirus, mientras que para el 2021 se estima un crecimiento del entorno del 5%. Son las previsiones que el consejero de Economía, Ciencia y Agenda Digital, Rafael España, facilitó ayer en el pleno de la Asamblea, donde compareció a petición propia para informar de la gestión de su departamento durante la crisis sanitaria.

Según explicó el consejero, estas previsiones han sido elaboradas por el Instituto de Estadística de Extremadura en base a los indicadores nacionales e internacionales. Son «prudentes» y «están sujetas a escenarios con recuperaciones graduales» en las que la demanda interna y el levantamiento de las restricciones serán claves. España reconoció que se avecinan tiempos complejos, pero todo apunta que la contracción de la economía extremeña será menor a la del conjunto del país por dos razones: el sector agrario, que no ha cerrado durante el confinamiento, y el peso que soporta el sector público, «que ha generado una capacidad de ahorro que hay que estimular con acciones y políticas en las que ya se está trabajando».

En su comparecencia, el consejero informó además que a fecha 22 de junio, 6.795 empresas extremeñas (el 62%) de las 10.888 acogidas a ertes ya han vuelto a la actividad, con la incorporación de 25.608 trabajadores de los 47.273 afectados. España destacó que en la gestión de la pandemia, la Junta ha acompañado acciones en el ámbito sanitario con medidas económicas y sociales para minimizar el impacto de la crisis, acciones siempre complementarias a las del Gobierno central cuya inversión conjunta se eleva a más de 400 millones.

En este escenario, España abogó por seguir trabajando para «mantener el virus a raya», pues «de nada valdrá la economía si no hay salud». Así, abogó por el consenso para afrontar los «duros» meses que se avecinan y una vez más tendió la mano a la oposición para poder llegar a un «gran pacto» de reconstrucción. Máxime en un escenario como en el actual, en el que, recordó, «no existen certezas ni referentes por los que guiarnos». Pero a pesar del tono conciliador, el máximo responsable económico de la región acaparó todas las críticas de la oposición por subirse a la tribuna «con las manos vacías» y «divagar» por los indicadores macroeconómicos en lugar de presentar planes y medidas concretas para la recuperación.

Críticas de la oposición

Para la portavoz del PP, Cristina Teniente, la comparecencia de Rafael España solo sirvió para poner de manifiesto la «inseguridad y vulnerabilidad» en la que está sumida Extremadura «en el momento más complicado de nuestra historia». «Y estamos para salvarlo juntos, pero no diciendo amén a todas sus barbaridades», aseguró. Teniente afeó al consejero que cien días después de decretarse el estado de alarma se subiera a la tribuna «con las manos totalmente vacías» y sin hacer referencia a los problemas de los autónomos y las empresas extremeñas.

«Cada día, desde que está en la consejería, se van 12 jóvenes de Extremadura, cierran cinco empresas y desaparecen tres autónomos», dijo. «Si no tiene capacidad para afrontar la situación, de un paso atrás por su bien, el de las empresas y de los extremeños», le reprochó la popular, que criticó la falta de «ideas, planificación y recursos» de la Junta de Extremadura mientras otras comunidades presentan «verdaderos planes de reactivación».

En la misma línea se expresó el portavoz de Ciudadanos, David Salazar, que lamentó que el consejero se centrara en los indicadores económicos y no abundara en la estrategia que seguirán las áreas de su competencia (ciencia e innovación) para tener un papel relevante en la recuperación. El diputado de Cs, no obstante, sí tendió la mano para ese gran pacto de reconstrucción porque al igual que el PP, cree que Extremadura «será la última».

Por último, el portavoz de Unidas por Extremadura, Joaquín Macías, lamentó que Extremadura siga sin una estrategia clara en una situación complicada y en la que la capacidad para generar recursos está «muy mermada». el diputado recordó que Extremadura no cuenta con un sector industrial potente y demandó conocer cuáles serán las palancas para salir de la crisis económica generada por el covid, que en la región estará muy condicionada por la ruralidad.

Frente a estos argumentos, el diputado socialista Andrés Moriano sí defendió la existencia de una estrategia clara de la Junta, frente a la «desorientada» que tiene Unidas Por Extremadura, la «simplista» de Ciudadanos y la «obstruccionista» del PP. Reiteró además que las medidas puestas en marcha han dado oxígeno a los empresarios y a las familias.