Más flexibilidad para los bares y la tiendas si los contagios no suben entre jueves y viernes. Y se acabó el cierre perimetral en todos los municipios de Extremadura. Son las nuevas medidas que anunció este miércoles el consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles, para afrontar la pandemia de covid en la región.

De este modo, a partir del sábado, el comercio y la hostelería podrán adaptar sus horarios al toque de queda, esto es, a las 22.00 horas si la incidencia acumulada se mantiene bajo control. «Que el cliente pueda llegar a su casa antes de ese toque de queda», manifestó Vergeles, que no entró en concreciones de si las tiendas o los bares se tienen que poner una hora tope en concreto para iniciar el cierre. Los detalles quedarán recogidos en el decreto que se publicará a lo largo de mañana viernes.

¿El límite?

¿Cuál es esa incidencia acumulada que no se puede sobrepasar? El consejero ha puesto el límite en un máximo de 250 casos por cada 100.000 habitantes a los 14 días. No obstante, ahora mismo esa incidencia es más baja, se sitúa en los 183,10 casos, por debajo de la media de España (que está en los 349,81).

Cuando se aprobaron las últimas medidas de flexibilización, se aseguró que lo oportuno era esperar entre 10 y 14 días para comprobar cuáles iban a ser los efectos en los contagios. Vergeles aseguró que este sábado ya se cumplirían 10 días de plazo, pero la realidad es que los bares ya tienen permiso para ampliar horarios cuando apenas ha pasado una semana desde que volvieron a levantar la persiana (lo hicieron el pasado viernes, después de un mes cerrados, solo con servicio a domicilio o para llevar).

Con esta nueva norma, la Junta de Extremadura responde en parte a las peticiones de los hosteleros, que exigían poder abrir más horas y que se ampliara el número de comensales en las mesas de 4 a 6 personas.

Los aforos seguirán reducidos: 50% en las terrazas, 40% en el interior y prohibida la barra.

Esta flexibilización no solo beneficiará a bares y tiendas, también a gimnasios, pistas deportivas y salas de juegos, que podrán de nuevo abrir sus puertas, eso sí, con el aforo permitido (el 40% en el interior del local).

En cuanto a los parques infantiles, Vergeles aseguró que ya no hay ningún motivo para que permanezcan cerrados.

Los locales de ocio nocturno seguirán con la persiana bajada hasta que se elimine el toque de queda, una supresión que, en principio, no se espera hasta mayo.

Uno de los argumentos del consejero de Sanidad para ampliar el horario de los bares es que es una manera de luchar «contra el ocio no controlado». Al hilo de esta manifestación, recordó los datos que maneja la delegación del Gobierno de sanciones impuestas. Entre el 10 y el 16 de febrero, coincidiendo casi con lo que hubieran sido días festivos de Carnaval, se firmaron 1.092 denuncias. De ellas, 173 fueron por incumplir el toque de queda, 82 por consumir alcohol en la vía pública y 73 por participar en reuniones y fiestas clandestinas.

Más normas

Otro de los acuerdos aprobados fue eliminar el cierre perimetral de todos los municipios de la región. Habría que recordar aún quedaban 22 localidades con esta norma de seguridad, todas ellas con más de 3.000 habitantes. En estas los bares y las tiendas también podrán abrir en consonancia con el toque de queda.

En algunas aún no se ha bajado de una incidencia acumulada de 500 casos por cada 100.000 habitantes, tal y como reconoció Vergeles, pero se espera que en las próximas 24 horas queden por debajo de ese nivel.

De esta manera, en todos los municipios así como en la propia comunidad autónoma ya se podrán entrar y salir sin ningún tipo de restricción desde este próximo sábado.

«No estamos en los mejores momentos. Tenemos que seguir mejorando», quiso subrayar el titular de Sanidad para incidir en la responsabilidad individual para que los positivos por covid en Extremadura no vuelvan a dispararse tras aprobarse nuevas medidas de flexibilidad.

Hay 21 casos de la variante británica

A preguntas de los periodistas, el consejero de Sanidad y Servicios Sociales de la Junta, José María Vergeles, confirmó que en Extremadura ya se tiene constancia de 21 muestras de coronavirus de la variante británica. No obstante, no hay ninguna ni de la sudafricana ni de la brasileña (más agresivas), algo que sí ocurre en otras comunidades autónomas.

En este sentido, indicó que la única medida extra que se lleva a cabo es insistir en las cuarentenas a las personas contagiadas cuando se detecta esta variante, ya que se trata de una cepa más contagiosa que la de Wuhan, la más común hasta la fecha.

No obstante, según los expertos, en el próximo mes de marzo cabe la posibilidad de que la más común en todo el territorio español sea la británica. «Esperemos que no ocurra con la sudafricana o la brasileña, ya que son más agresivas y no están tan cubiertas por la vacuna», declaró Vergeles cuando se conoció esta información.

La explosión de la variante británica es ahora el gran reto en la gestión del covid-19 en toda Europa.

De momento está demostrado que las vacunas actuales hacen frente a esta cepa.