Cinco centro infantiles privados echarán el cierre el próximo septiembre en Badajoz, Cáceres, Zafra, Villanueva de la Serena y Navalmoral de la Mata. Así lo comunicó ayer la Asociación de Centros de Educación Infantil y Guarderías de Extremadura (Aceigex), que lo achaca al anuncio de la apertura por parte de la Junta de 47 nuevas aulas de 1 y 2 años en colegios públicos el próximo curso. «Los cinco centros ya han comunicado a nuestra asociación que no continuarán el próximo curso porque no pueden soportar la competencia desleal de la Consejería de Educación», destaca la asociación en una nota. Y avisa de que esto es solo el principio: «serán muchos más porque muchos otros centros quieren luchar por mantenerse, pero la apertura del próximo curso dependerá de las matriculaciones en los próximos meses y muchas directoras no son muy optimistas», añade. 

El colectivo asegura que ya advirtieron a la administración extremeña que esto pasaría. «Sabían que tras la pandemia, la baja natalidad, la subida constante de impuestos y costes laborales (salario mínimo y Seguridad Social) y la apertura indiscriminada de nuevas aulas sin tener en cuenta donde existía una oferta más que suficiente de plazas, acabaría con el sector y con el trabajo de cientos de emprendedoras y trabajadoras de la región, pero no les importó».

"La cifra seguirá en aumento"

Acusan a la Junta de «hipocresía» y de tener como objetivo acabar con su sector y controlar la educación desde la primera infancia. «Por ahora son 5 centros, pero calculamos que más de 20 centros cerrarán sus puertas definitivamente en septiembre de este año», denuncia Aceigex. Por esta razón, el colectivo le ha remitido una carta al presidente de la Junta escrita por la responsable de uno de los centros que ya ha anunciado que cerrará en septiembre. 

El escrito lo firma María Correas, la propietaria de Educo-ocio, en Cáceres, que abrió sus puertas hace dos años y en él señala que defiende una educación gratuita y accesible para todas las familias, pero se hace una pregunta: «¿No sería más fácil dar cheques a esas familias y que ellas puedan elegir el centro que se adapte a sus necesidades ya sea por metodología, por disponibilidad horaria o por cualquier otro motivo en función de sus intereses?».

Por su parte, el secretario general de Educación, Francisco Javier Amaya, rechazó ayer que la administración autonómica sea competencia para el sector privado y defendió que son compatibles ambos modelos «y tienen cabida». El responsable educativo destacó que la Junta «siempre trabaja en base a los datos que tiene, relacionados con las plazas vacantes y existentes y con el número de nacidos», y detalla que entre 2020 y 2021 son 15.000 los nacidos y por tanto susceptibles de ser escolarizados en el primer ciclo de Educación Infantil. Y desde la Junta se van a ofrecer en torno a 4.950 plazas y el número de matriculados de 0-3 años es de unos 6.000 niños, «muy lejos de garantizar el primer ciclo de educación infantil». Reiteró que «hay mucho trabajo por hacer» y añadió que «hay un modelo en el que tanto las públicas como las privadas tienen su sitio», ya que Extremadura está en el 40% de escolarización del primer ciclo de Educación Infantil, cuando hay comunidades como País Vasco o Navarra, donde ya es del 60%. Por último, Amaya se preguntó si los niños y niñas que están ocupando las plazas publicas gratuitas (1.394) hubieran ido a una escuela infantil privada.

La Creex exige a la Junta una solución para la supervivencia de las guarderías

La Confederación Regional Empresarial Extremeña (Creex) ha demandado a la Junta una solución «inmediata y efectiva» para garantizar la supervivencia de los centros de educación infantil y guarderías tras haber fomentado una «red paralela» con fondos públicos que lleva ya a cierres en el ámbito privado. Para la patronal, estos cierres son muy preocupantes, pues se producen en un sector «fundamental» para garantizar la conciliación familiar y laboral y para avanzar en la igualdad real.