El calor no da tregua. A más de 40 grados el rendimiento escolar es casi misión imposible, más cuando las aulas de los centros escolares de la región carecen de cualquier tipo de climatización. Por eso cada vez son más los colegios que deciden reducir la jornada lectiva para evitar que los alumnos permanezcan en las instalaciones durante las horas centrales del día, cuando las temperaturas son más altas. En las últimas horas 32 centros más han decidido adoptar esta medida, por lo que ya son 152 los colegios que adelantan la hora de salida estos días, el 17% del total de los centros escolares de toda la región. Educación espera que entre este miércoles y el jueves lo hagan más colegios.
Se han unido a la disposición excepcional que contempla la Junta de Extremadura desde el curso 2018/2019 y que permite a los centros reorganizar la jornada lectiva adaptando las actividades, reducirla e incluso suprimirla si las condiciones climatológicas así lo requieren. Solo se puede aplicar cuando la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) tenga activado los niveles de alerta. De momento la medida estará activa hasta este miércoles pero los centros podrán ampliarla en función de la predicciones meteorológicas. No obstante, los colegios deberán informar a las familias con antelación de hasta cuándo mantendrán el horario reducido.
Según los boletines de avisos que emite la Aemet, Extremadura permanecerá en alerta naranja también este miércoles (ya son seis días seguidos), cuando la máxima más baja que se espera es de 39 grados. El jueves la alerta bajará a amarillo, salvo en la Siberia extremeña, donde la naranja se mantendrá. Aún así este jueves se prevén temperaturas entre los 37 y los 39 grados en toda la región. El viernes, aunque aún no se han incorporado las alertas, la predicción es de más de 37 grados.
Hasta ahora, todos los centros han optado por adelantar la hora de salida, que han fijado entre las 12.00 y las 12.30 horas, dependiendo de los niveles educativos. Se hace así porque es precisamente a partir de ese momento cuando la agencia meteorológica comienza a activar las alertas por calor, que se mantienen hasta las 19.00 horas todos los días.
La medida debe aprobarla cada centro en particular, con el visto bueno del consejo escolar. No obstante, se trata de una disposición de carácter opcional. Es decir, el centro debe garantizar la permanencia en el mismo a los alumnos que no puedan marcharse a la hora acordada, o incluso permitir que no acudan al colegio esos días, previa comunicación de sus tutores. Además, los servicios de transporte escolar y de comedor se deberán prestar sin cambios y los docentes permanecerán en los centros hasta el final de la jornada, aunque en esas horas no se avance en el temario.
La consejera de Educación, Esther Gutiérrez, ha asegurado este martes en Cáceres que las jornadas del lunes y el martes en los centros que se han acogido a esta flexibilización horaria han transcurrido «con normalidad». Ha descartado instalar aire acondicionado en las aulas (costaría 300 millones) y ha recordado que se llevará a cabo una auditoría de eficiencia energética en los colegios para desarrollar un plan de mejora en cuanto a climatización.
La Freampa: «La medida no es efectiva, los niños que se quedan en los coles siguen pasando calor»
La Consejería de Educación no tiene datos de cuántos alumnos se han optado por salir antes de los centros. Este dato no se registra porque estas ausencias no se contabilizan como faltas de asistencia, ya que están justificadas. Sin embargo, desde la Federación Regional Extremeña de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos (Freampa) apuntan a que una gran parte de los alumnos se ha quedado en los colegios ante la imposibilidad de los padres para conciliar. Por eso este colectivo se queja de que la medida no es efectiva ya que, aunque sea opcional y algunos puedan beneficiarse de ella, los alumnos que permanecen en los centros siguen pasando calor, dentro de las clases o en los patios. La única solución pasa, dicen, por acondicionar las aulas.
