Primero fue el apagón a las diez de la noche y ahora la Junta de Extremadura cierra directamente los centros de trabajo por la tarde. Es una de las nuevas medidas que acaba de aprobar el Ejecutivo autonómico para el fomento del ahorro energético y que ha publicado este viernes Diario Oficial de Extremadura (DOE). Según este real decreto se ampliará la jornada intensiva para los empleados públicos hasta el próximo 15 de septiembre, por lo que los centros públicos de trabajo solo permanecerán abiertos entre las 7.30 y las 15.30 horas. Estarán, por tanto, cerrados por las tardes, a excepción de los que presten un servicio directo al ciudadano (como los hospitales) o los que requieran una atención al público presencial.

Las medidas afectarán a todos los funcionarios, incluidos los que trabajen en el Servicio Extremeño de Salud (SES) y en los colegios. No se descarta que esta jornada intensiva pueda ampliarse en el tiempo pero, para implantarla más allá del 15 de septiembre será necesario acordarlo en las mesas o comisiones de negociación. La nueva resolución exige además que se priorice la realización de las reuniones telemáticas, bien a través del teléfono móvil o de la plataforma propia de comunicaciones

También los comités, mesas, tribunales de selección y otros órganos colegiados celebrarán sus sesiones por videoconferencia o se comunicarán mediante correo electrónico. Y, en el caso de que el empleado realice teletrabajo, se le formará para que incluyan las medidas que potencien el ahorro y el uso eficiente de la energía.

Se limitará asimismo el uso de los vehículos oficiales, que solo podrán utilizarse en viajes “estrictamente necesarios”, tanto para empleados públicos como para altos cargos. Para los que no lo sean, el trayecto se realizará en transporte público. Además, los coches llevarán la ocupación máxima, “debiendo ser denegadas las duplicidades de servicios de unidades u órganos dependientes a un mismo destino”, recoge el nuevo real decreto.

La Junta también pide ahorrar desenchufando las baterías de los aparatos electrónicos cuando no estén en uso, configurar el sistema de ahorro de energía de los ordenadores, desconectar las impresoras locales si no se están utilizando y apagar la pantalla de ordenador en periodos cortos de descanso y apagarlo completamente en periodos prolongados.

La decisión se toma, esgrime la Junta, ante la reducción del flujo del gas ruso que llega a Europa y las constantes amenazas de interrupción del suministro, y para cumplir con el acuerdo político de reducir la demanda de gas natural el 15% hasta el 31 de marzo del 2023. Seguirán además en vigor las medidas adoptadas el pasado 10 de agosto, que obligan a apagar a las 22.00 horas los edificios que estén vacíos y a regular el termostato a 27 grados en verano y a 19 en invierno y que afecta no solo a los de titularidad pública, sino también privados como el comercio, la hostelería, el cine o los teatros.