Extremadura perderá hasta 2030 más del doble de población en edad laboral que la media de la UE

De parecerse a una pirámide, ancha en la parte inferior y angosta en el segmento superior, a asemejarse a una bombilla, más fina en su base y progresivamente más gruesa en el centro, antes de volverse estrecha de nuevo en la cúspide. Son las dos imágenes con las que la Comisión Europea ilustra en un reciente informe la transformación que ha ido experimentando la estructura demográfica en gran parte del continente.

Un paulatino envejecimiento de la población que irá avanzando en los próximos años y que se traducirá en menos personas activas laboralmente pero en más con los 65 años ya cumplidos. El fenómeno, aunque será generalizado, afectará a unas zonas de la Unión Europea más que a otras. Y entre las primeras estará Extremadura, para la que se pronostica que perderá en el transcurso de esta década más del 10% de personas en edad de trabajar (definida como aquellas entre los 20 y los 64 años). En términos absolutos significará que en el horizonte de 2030 habrá cerca de 67.000 extremeños menos en esta franja de los que habitaban la región en 2020. 

La predicción es mucho más desalentadora en la provincia de Cáceres, que triplica la previsión que se hace para el conjunto de la UE, con una reducción de población en edad laboral del 12,72%. Ocupa el puesto 149 sobre un total de casi 1.170 regiones Nuts 3 (unidad territorial estadística empleada a nivel europeo y que en España equivale a provincias, más Ceuta, Melilla y las islas). Con peores perspectivas que la provincia cacereña están otras cinco en España, cuatro de ellas en Castilla y León, comenzando por Zamora, para la que el descenso sería del 18,3%, y a la que siguen Palencia, León y Ávila. El quinteto se completa con Asturias. En cuanto a Badajoz, aparece en la posición 408, doblando con creces (-9,05%) la tasa estimada para la media de los 27

La predicción es mucho más desalentadora en la provincia de Cáceres, que triplica la caída que se prevé para el conjunto europeo

Aparte de en varios territorios españoles, el rojo intenso que identifica en el mapa de previsiones a las zonas con augurios más negros (pérdidas por encima del 12,5%) se dibuja con especial fuerza en los del interior de Portugal. De hecho, todos los que comparten frontera con Extremadura están incluso en peor situación que Cáceres: Beiras e Serra da Estrela, Beira Baixa y las tres en las que se divide el Alentejo. Fuera de la Península, el panorama también pinta especialmente mal para Bulgaria y Rumanía en el extremo sudoriental de la UE y en buen número de zonas de las repúblicas bálticas y Alemania.

Población más joven

Y si los cálculos son poco halagüeños para la región en lo que a la evolución del grueso de la población en edad de trabajar se refiere, empeoran aun más en la franja de población más joven, la que no alcanza la veintena, que en Cáceres se desplomará en el curso de esta década casi una quinta parte (19,7%). Está entre las cincuenta regiones donde el comportamiento será más adverso, cuadruplicando la media de la UE (-4,8%). No muy lejos queda Badajoz, con un 16,6% de descenso. 

El cuadro de la estructura poblacional que aguarda a la comunidad autónoma se completa con los habitantes que tendrán los 65 o más años cumplidos, la mayor parte de ellos personas ya jubiladas. En Cáceres aumentarán un 19,4% a lo largo del presente decenio, por un 23% de alza en la de Badajoz. Aquí la evolución sí irá más en sintonía con la que se producirá en los 27 (un 17,9%). 

En este caso prácticamente todo el mapa europeo se tiñe de diversos tonos de azul, indicando el crecimiento de esta franja de edad. Solo en unas pocas regiones de Bulgaria, Grecia, Portugal y Rumanía se prevé que este grupo de edad disminuya. Por el contrario, en muchas zonas de España, Austria, Irlanda, los Países Bajos, Polonia, y Eslovaquia se vaticina que crezca más del 25% en estos diez años. «Es probable que esto provoque un aumento de la demanda de asistencia sanitaria en estas regiones, que tendrán que adaptar sus infraestructuras y servicios para hacerlos más accesibles a las personas con movilidad reducida y aumentar la capacidad de los servicios sanitarios», se avanza en el informe.