Las víctimas de violencia machista aumentan un 24% en el último año en Extremadura

Los datos son incuestionables y, lamentablemente, solo llevan a una realidad: la violencia machista es una lacra muy enraizada en la sociedad y difícil de erradicar. Así se desprende del informe ‘Violencia Doméstica y Violencia de Género’ de 2022 publicado el pasado 31 de mayo por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según se recoge en el documento, las víctimas de violencia machista, con orden de protección o medidas cautelares, ascendieron en Extremadura a un total de 849 en el pasado año, lo que se traduce en un incremento del 23,9% con respecto a 2021, cuando se notificaron 685. Por grupos de edad, se contabilizaron 14 víctimas menores de 18 años, 107, de entre 18 y 24 años, 506 (25 a 44), 195 (45 a 64) y 27 (65 años en adelante). Cabe destacar que más de la mitad (59,5%) estaban en la franja de edad de entre 25 y 44 años. La tasa de víctimas fue de 1,8 por cada 1.000 mujeres de 14 y más años, por encima de la media nacional, que se situó en 1,5. 

A nivel nacional, en 2022 se registraron en España 32.644 mujeres víctimas de violencia machista, lo que supuso un aumento del 8,3% en relación al año anterior. Casi la mitad (el 48,1%) tenían entre 30 y 44 años. Atendiendo al lugar de nacimiento, casi dos de cada tres mujeres víctimas de violencia de género habían nacido en España (el 62,8% del total), proporción similar a la de 2021. Extremadura ocupó la duodécima posición del país en cuanto al número de víctimas detectadas. Las comunidades autónomas con mayor número de mujeres víctimas inscritas por violencia de género en el año 2022 fueron Andalucía (7.417), Comunidad Valenciana (5.007) y Comunidad de Madrid (3.062). Por su parte, las que registraron un menor número de mujeres víctimas fueron las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, y Comunidad Foral de Navarra.

Esta estadística se obtiene a partir del Registro Central para la Protección de las Víctimas de la Violencia Doméstica y de Género, cuya titularidad corresponde al Ministerio de Justicia. Según lo recogido en el informe, se entiende por violencia de género todo acto de violencia física o psicológica (incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad) que se ejerza contra una mujer por parte del hombre que sea o haya sido su cónyuge o esté o haya estado ligado a ella por una relación similar de afectividad aún sin convivencia. También comprende la violencia que con el objetivo de causar perjuicio o daño a las mujeres se ejerza sobre sus familiares o allegados menores de edad por parte de esos hombres. En este punto, indicar que en el año 2022 se registraron 34 menores (hijos, en guarda o custodia o que conviven) víctimas de violencia de género, de los que 18 eran hombres y 16 mujeres. 

Los denunciados

La tendencia al alza en el número de víctimas también se refleja en las cifras relativas a los denunciados, pues un total de 868 hombres fueron registrados como delincuentes por violencia de género en los asuntos con orden de protección o medidas cautelares en 2022, lo que representó un aumento del 25,7% en relación al año anterior. Más de la mitad (61%), se concentraron en las edades de 25 a 44 años y tres tenían menos de 18. 

El total de medidas cautelares dictadas e inscritas en el Registro en asuntos de violencia de género durante la pasada anualidad fue de 3.018, un 26,8% más que en 2021. Atendiendo a su naturaleza, el 72,5% fueron de carácter penal y el 27,5% civil. En concreto, las de índole penal más frecuentes fueron la prohibición de aproximarse a determinadas personas (27,7% del total), la prohibición de comunicarse con determinadas personas (27,1%) y la libertad provisional (25,4%). Entre las medidas cautelares civiles, las más habituales fueron la determinación del régimen de prestación de alimentos (27,6% del total), la determinación del régimen de custodia (26,4%) y la determinación del régimen de visitas (15,4%).

La abogada de la Asociación de Mujeres Malvaluna, Marisa Tena, afirma que «es muy difícil saber a qué responde el aumento en el número de denuncias porque se puede hacer una doble lectura». «Por una parte, se puede entender que las mujeres tienen una mayor concienciación de la necesidad de denunciar y en eso hemos ido avanzando, en el mensaje de no tolerar situaciones de violencia», indica. Si bien, el incremento podría deberse a que «hay más violencia de la que había antes, con lo cuál sería un poco difícil de entender». «También es verdad que estamos detectando que se está extendiendo mucho el discurso negacionista y contra las mujeres. Cuando tú niegas la existencia de esa violencia o estás cuestionando la realidad de la violencia y las causas que tiene esta, de alguna manera, estás legitimando que se siga produciendo», lamenta. 

Preguntada sobre la edad media en la que las mujeres comienzan a denunciar que son víctimas de este tipo de violencia, Tena señala que cada vez es menor: «En la violencia dentro de la pareja, sí vemos que las chicas denuncian con menor edad y detectan antes las situaciones de violencia». «Antes costaba mucho que se identificaran como situaciones de violencia lo que estaban viviendo en las relaciones. Ahora también vemos que ellas tienen menos condicionantes de tipo social que las mujeres de mayor edad», apunta. 

Por último, la abogada destaca que existe un Pacto de Estado contra la violencia de género que está aportando dinero a las comunidades autónomas y los ayuntamientos para que «se hagan realmente políticas de prevención, sensibilización y de asistencia en violencia de género, incluida la sexual». «Hay que tener cuidado para que esos fondos se utilicen realmente para esos objetivos y podamos ir acabando con esto», subraya.

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