LA POSIBLE CONTINUIDAD DE ESTA TECNOLOGÍA DE GENERACIÓN ELÉCTRICA EN ESPAÑA

El adelanto electoral da más margen a la nuclear

La convocatoria de elecciones puede condicionar el futuro del parque atómico español, en especial de Almaraz I, cuyo cierre se prevé en 2027. PP y Vox se han mostrado abiertamente partidarios de prolongar la vida de las centrales

Exteriores de la Central Nuclear de Almaraz.

Exteriores de la Central Nuclear de Almaraz. / TONI GUDIEL GIRONDA

El giro inesperado que ha supuesto el adelanto electoral de las generales puede acabar siendo un elemento muy relevante en el futuro del parque nuclear español y en su calendario de cierre. Sobre todo en el caso de la Unidad I de la Central de Almaraz, ya que en principio sería la primera en desconectarse de la red en noviembre de 2027. Si en el transcurso del año próximo no se ha variado esta decisión, se ha venido asegurando desde el sector nuclear, ya no habrá vuelta atrás para este reactor, una vez que las exigencias de planificación de este tipo de instalaciones, fundamentalmente de acopio de combustible y de programación de inversiones, exigirían confirmar una hipotética continuidad al menos con tres años de antelación. 

Por lo pronto, el Ministerio para la Transición Ecológica debería entregar a Bruselas antes del 30 de junio la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, el documento que recoge la estrategia energética de España. El departamento que dirige Teresa Ribera ya ha dejado clara su intención de no incluir cambio alguno en relación al apagón nuclear. Sin embargo, a partir del mes siguiente se abre un nuevo escenario, con la celebración de las elecciones. 

Sea del signo que sea el Ejecutivo que salga de estos comicios, no puede descartarse del todo que haya un cambio en la hoja de ruta diseñada y acordada en 2019 entre el ministerio y las grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola, Naturgy y EDP) y que conducirá a prescindir de forma progresiva pero total de estas instalaciones en España entre 2027 y 2035. En especial con la crisis energética que se ha vivido tras la invasión rusa de Ucrania y tratándose de una tecnología que proporciona un 20% de la electricidad que se genera en España. 

No obstante, si el que accede al Gobierno es el Partido Popular, que se ha mostrado repetidamente a favor de esta energía, es cuando la posibilidad de que las plantas atómicas españolas sigan funcionando más allá de esas fechas aumenta muchos enteros. Y que las votaciones sean casi medio año antes de lo previsto daría un mayor colchón temporal para una negociación con las empresas. De otra forma, con las urnas a finales de año y el tiempo necesario para conformar el nuevo Gobierno, los márgenes temporales serían mucho más ajustados.

El Partido Popular, y su líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, se han mostrado en reiteradas ocasiones partidarios de prolongar la actividad del parque nuclear español. En el plan de medidas económicas urgentes dado a conocer en abril de 2022 por el PP y remitido a La Moncloa, esta formación proponía «alargar la vida útil de los reactores, como están haciendo nuestros vecinos europeos». Un planteamiento que volvieron a reiterar meses después en una nueva propuesta en la que iban un paso más allá, valorando también la posibilidad de su «repotenciación cuando las condiciones lo hagan posible».

En Vox, el partido en el que eventualmente tendrían que apoyarse los populares para llegar al poder, se han mostrado incluso más vehementes en defensa de las centrales. «La energía nuclear no emite dióxido de carbono (...) Produce un quinto de la electricidad española con menos del 7% de la potencia instalada ¿Se puede ser más eficiente? Ha sido durante la última década la primera fuente de generación en España», aseveró recientemente en el Congreso su diputado por Zamora, Pedro Requejo. Tanto PP como Vox han presentado mociones en el Congreso en las que se reclamaba un alargamiento de los plazos de los cierres como vía para reforzar la soberanía energética del país.

El adelanto electoral da más margen a la nuclear

El adelanto electoral da más margen a la nuclear

El futuro de los siete reactores españoles que aún están en funcionamiento no pasa, en cualquier caso, únicamente por lo que decida el próximo Ejecutivo. Las empresas propietarias también deberán estar de acuerdo con el marco retributivo que se les proponga para seguir produciendo electricidad durante los próximos años. Ignacio Araluce, presidente de Foro Nuclear, la entidad que representa los intereses de la industria nuclear española, aseguró hace poco más de un mes que «nuestras centrales son seguras, disponen de la última tecnología y, desde un punto de vista técnico, están preparadas para operar a largo plazo». Si el Gobierno reconsiderase el calendario de cierres, dijo, el sector se pondría a su disposición para analizar en qué términos y poniendo condiciones: «Si somos necesarios en la transición energética, hay que hacernos viables. Somos productores de electricidad, nos dedicamos a generar megavatios-hora. No entendemos por qué la tecnología nuclear tiene que estar tan penalizada y soportar tanta presión fiscal», sostuvo.

Asimismo, Iberdrola y Endesa se han expresado en similares términos. Desde la primera de ellas, propietaria de un 52,7% de Almaraz, se insiste en que sus centrales nucleares se encuentran en perfecto estado de operación, y contribuyen a la seguridad de suministro de electricidad de España, pero matizan que si se pusiera encima de la mesa la continuidad de la planta cacereña más allá de la fecha prevista habría que analizar las condiciones de la propuesta. En este sentido, hace solo unos días, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, declaró en Mérida que de querer modificarse el pacto sellado en 2019 para desmantelar las nucleares habría que ver cómo será su retribución pues, arguyó, no se puede seguir arrastrando pérdidas con esta tecnología.

Por su parte, José Bogas, consejero delegado de Endesa, abogó en febrero pasado directamente por «prorrogar la nuclear», ante sus «dudas» sobre el cumplimiento de algunos de los objetivos incluidos en PNIEC 2021-2030. «Dicho esto, --puntualizó-- tenemos el mismo interés que puede tener el Gobierno en alargarlas o en no alargarlas». «Hablaremos con el Gobierno o será el Gobierno el que hable con nosotros cuando, si es así, si se da el caso, se produce un riesgo de falta de suministro», apostilló.

En 2024 no habrá vuelta atrás

Desde la Sociedad Nuclear Española (SNE), que reúne a profesionales e instituciones del sector nuclear, se avisó hace unos meses que 2023 es un año clave para el devenir de la nuclear en España, ya que, si en 2024 no se ha tomado una decisión en firme sobre la energía nuclear en el periodo 2030-2050, no habrá vuelta atrás y se confirmará técnicamente el cierre definitivo de Almaraz 1 y su aporte a la red eléctrica española.

Al tiempo, desde esta entidad se lanzó un manifiesto en defensa de la continuidad de estas instalaciones. «Independientemente de cualquier color político, lo que queremos es que haya un alargamiento de la operación de las centrales más allá de lo que ahora está contemplado porque creemos que es algo absolutamente necesario desde el punto de vista económico, medioambiental y también por seguridad de suministro y de independencia energética», argumenta, Emilio Mínguez, presidente de la SNE, que incide en la aportación que esta tecnología hace al proceso de descarbonización. A su juicio, las centrales «pueden seguir operando muchos años más. El mantenimiento que se hace de ellas es muy riguroso y controlado. Prueba de ello es que hay entre 120 y 130 centrales en el mundo que tienen alargamiento hasta los 60 años y algunas otras, en EEUU, hasta los 80».

¿Y qué supondría prescindir de Almaraz I de aquí a cuatro años? «Significaría reducir ese 20% de energía eléctrica que se está produciendo en las nucleares hasta aproximadamente el 15%, y que para mantener esa energía de base habría que utilizar gas y. en ese caso, estaríamos emitiendo CO2, cosa que no hace Almaraz», resume.

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