UN GALARDÓN AL ESFUERZO Y EL TRABAJO DURANTE LA ETAPA PREUNIVERSITARIA

Daniel, el bachiller más brillante que sueña con la NASA

Este joven de Jarandilla de la Vera logra el ‘oro’ en los Premios Extraordinarios de Bachillerato que otorga la región a ocho alumnos tras superar varias pruebas. El próximo curso estudiará Física en Madrid para especializarse en astrofísica

Daniel Cuevas González, el primer Premio Extraordinario de Bachillerato de 2023.

Daniel Cuevas González, el primer Premio Extraordinario de Bachillerato de 2023. / El Periódico

Siempre ha sido un alumno de buenas notas, pero no esperaba lograr la medalla de oro de los Premios Extraordinarios de Bachillerato que concede Extremadura. Daniel Cuevas González, alumno del IES Jaranda de Jarandilla de la Vera, su localidad natal, ha sido el estudiante más brillante de los más de 200 que se han presentado a las pruebas específicas que determinan los ocho galardonados con estos premios regionales que otorga la comunidad (todos procedentes de institutos públicos). «Fue una alegría y una sorpresa, porque aunque suela tener buenas notas, ahí van los mejores de la región y todos los que se presentan son iguales o mejores que tú, entonces quedar el primero fue también una gran sorpresa tanto para mí como para mi familia», apunta.

En total, tuvo que enfrentarse a dos fases con distintos ejercicios, en los que Daniel ha obtenido la máxima calificación de la región. «Es una recompensa al trabajo de todo el año», asegura el joven. Y no ha sido poco, porque en segundo de Bachillerato reconoce que «hay que dedicarle mucho tiempo» a los libros. Las pruebas de este premio comenzaron además cuatro días después de terminar la selectividad. «Lo llevaba ya todo preparado, así que fue más fácil». 

En Bachillerato su media es un 10 y tiene un 13,9 en la EBAU. «No hay secretos, solo esfuerzo y dedicación»

En la primera fase Daniel hizo cuatro ejercicios: un comentario de texto de Lengua, un examen de Inglés, otro de Física y uno de Dibujo Técnico. En la segunda fase, celebrada ya en julio, se enfrentó a una prueba oral que consistía en analizar un texto escogido al azar. «Había que resumirlo, sacar las ideas principales y exponerlo ante un tribunal que te hacía preguntas y debías argumentar tus respuestas con tus propios recursos», cuenta. Es un tipo de ejercicio para el que el sistema educativo, considera, cada vez está más preparado. «Hay asignaturas en las que todavía se tira mucho de aprender de memoria, pero yo creo que cada vez menos, que se va tendiendo ya más a aplicar lo que se estudia, a hacer comentarios de texto y a reflexionar, aunque hay cosas que siempre habrá que sabérselas de memoria». 

Este joven, con todavía 17 años, ha llegado hasta aquí no solo por su esfuerzo en estas pruebas específicas del premio, sino también gracias a sus buenas notas de base, ya que uno de los requisitos para optar a estos premios regionales es tener una nota media de Bachillerato superior al 8,5. Él tiene un 10 y sacó un 13,90 (el máximo es 14) en la Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), una calificación que le permitirá fácilmente perseguir su sueño: convertirse en astrofísico. Y el primer paso ya está dado. 

«Desde pequeño me ha atraído mucho el estudio del cielo, los fenómenos del universo y sus grandes dimensiones»

Recientemente se ha matriculado para estudiar el próximo curso el grado de Física en la Universidad Complutense de Madrid, que le permite posteriormente hacer allí mismo la especialidad que desea. «Siempre me ha atraído mucho el estudio del cielo, los fenómenos del universo y sus grandes dimensiones. Desde niño me gustan los telescopios, los libros sobre el espacio y me encantaba ver las lluvias de estrellas», recuerda. Y por eso ahora mismo no puede imaginar su futuro haciendo otra cosa que no sea trabajando para seguir desentrañando el universo. «Mi sueño es poder dedicarme a la astrofísica profesionalmente y, por qué no, aspirar a trabajar algún día en un sitio como la NASA, por ejemplo, aunque sé que es algo difícil, pero bueno, siempre habrá otras opciones, aunque es cierto que en España no hay muchas posibilidades de trabajar en el mundo de la astrofísica», cuenta. Pero aunque tenga que irse lejos en el futuro, deja claro que siempre volverá a Extremadura. «Yo quiero mucho a mi tierra y es el mejor sitio de España, aunque está un poco abandonada». 

Daniel, hijo de docentes, pone fin a su etapa educativa en la región con una medalla de oro bajo el brazo, que le llevará a optar al Premio Nacional de Bachillerato y que ha conseguido con el trabajo, la constancia y el esfuerzo durante sus años de estudiante preuniversitario. Y todo eso sin renunciar a aficiones como leer, ver series, jugar al ajedrez y salir con sus amigos. «Hay tiempo para todo, aunque es verdad que este último año he estado más atareado». Pero no hay secretos, la fórmula mágica para brillar tanto como él es la suma de esfuerzo y dedicación, resume. «Hay que ser organizado, no dejar las cosas para el último momento ni dejarse llevar por la pereza, que es el enemigo de todo estudiante».

OTROS SIETE GALARDONADOS

La Consejería de Educación puede conceder hasta ocho Premios Extraordinarios de Bachillerato en la región en cada edición y este año han resultado premiados los máximos alumnos posibles, aunque con diferente puntuación. Los premios están dotados cada uno de ellos con un importe de 900 euros y, además, facultan para optar al Premio Nacional de Bachillerato. Estos son los ocho extremeños que han logrado tal distinción de la comunidad, según sus calificaciones en las dos pruebas específicas celebradas durante los meses de junio y julio:

Daniel Cuevas González (47,04) IES Jaranda

Carla Muñoz Parrón    (44,08) IES Jaranda

Luis Gutiérrez Garrido (43,89) IES Gabriel y Galán

Ismael Flores García (43,54) IES Bárbara de Braganza

Raquel Mateos Pérez (42,44) IES Sierra de Montánchez

David Matas Sánchez (42,23) IES Gabriel y Galán

Carolina Hernández Sánchez (42,08) IES El Pomar

Miriam Gómez Cirera (42,06) IES Profesor Hernández Pacheco

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