Brozas, anfitriona del Día de la Tenca, un pueblo de postal

Cuentan las crónicas del siglo XVI que Carlos V alababa las tencas que el concejo de Las Brozas le regalaba cada año como uno de los más exquisitos manjares que su augusta majestad había probado durante su retiro en Yuste. Casi cinco siglos después, este próximo sábado 26 de agosto, las famosas tencas de Brozas volverán a ser protagonistas principales de una nueva edición de la Fiesta de la Tenca, degustándose más de 400 kilos de tencas pescadas en las Charcas de Arce, situadas en el Este del término municipal de Brozas. Una fiesta que arrancó allá en el año 1989 como seña de identidad de la Mancomunidad Tajo-Salor, que fue reconocida como de Interés Turístico Regional en 2001 y que en 2023 celebra su XXXV edición en lo que podríamos llamar el epicentro de la tenca, la muy ilustre villa de Brozas.

El actor Nico Romero y el grupo de investigación Lapar, Tencas de Oro

Pescando tencas en 'burro' en la charca de Brozas

En esta edición de la Fiesta de la Tenca vamos a reivindicar la importancia y la fama de las tencas de Brozas, una importancia que ha permitido la supervivencia de una curiosa técnica de pesca, que antiguamente se practicaba en numerosos sitios de Extremadura pero que, en la actualidad, sólo se conserva en la Charca de Brozas. Se trata de la pesca en ‘burro’, consistente en que cada pescador introduce en el agua un cajón de madera con patas metálicas, pudiendo alcanzar de ese modo aguas más profundas, idóneas para la captura de las tencas. Una práctica ya documentada en Brozas en el siglo XVII, que fue declarada en 2021 Patrimonio Inmaterial de Brozas y que por su peculiaridad y antigüedad pretende su reconocimiento como Bien de Interés Cultural de Extremadura.

Pero la pesca en «burro» no es el único atractivo de esta charca. Declarada Parque Periurbano de Conservación y Ocio en 2006, esta laguna situada junto al núcleo urbano es un auténtico paraíso para los ornitólogos y amantes de la fotografía de naturaleza, pudiendo observarse a lo largo de todo el año más de 100 especies diferentes de aves, algunas tan curiosas como la cigüeña negra, el flamenco, el ibis morito, la espátula o el martín pescador. Para comprobarlo sólo deberás apuntarte a la observación que se realizará durante la mañana del sábado.

Una 'catedralina' la joya del Conjunto Histórico

En lo más alto del centro de Brozas se yergue majestuoso el templo de Santa María la Mayor de la Asunción, conocido como ‘La Catedralina’, la joya del patrimonio histórico de Brozas. Construida entre los siglos XVI y XVIII encima de santuarios célticos, romanos y visigodos, es la mayor iglesia de la Orden de Alcántara y auténtico testamento artístico del mejor arquitecto en la Extremadura del siglo XVI, el maestro Pedro de Ybarra, que proyecta un inmenso edificio con planta de salón y bóvedas estrelladas y donde podemos contemplar joyas como la Virgen de los Desamparados de Luis Salvador Carmona, el sepulcro del capitán Antonio de Lebrija o dos capiteles hispano-visigodos del siglo VI.

La joya del patrimonio brocense se encuentra rodeada de un conjunto urbano de origen medieval, declarado conjunto histórico-artístico en 2015 y en el que el viajero podrá contemplar, en su paseo a través de un tren turístico, otros edificios excepcionales como el templo de los Santos Mártires, el castillo-palacio de la Encomienda Mayor, el antiguo convento de las Comendadoras, la casa-palacio de los Condes de Canilleros, el palacio de los Argüello-Carvajal o la casa natal de Frey Nicolás de Ovando.

Abundante prole de hijos ilustres

La importancia de Brozas como Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara se deja notar en el amplio listado de personajes ilustres que nacieron o vivieron en la villa. En el Palacio de los Flores (hoy Casa de Cultura) nace en 1451 Nicolás de Ovando, posiblemente el freyre alcantarino de mayor renombre, que alcanzó el cargo de Gobernador de la Isla Española en 1501 y fue el artífice de la llegada de muchos extremeños al continente americano. En el Palacio de los Nebrija (luego convento de las Comendadoras y hoy Auditorio) vive en los primeros años del siglo XVI el archiconocido Elio Antonio de Nebrija, autor de la primera gramática española. Y en una casa hidalga de la calle Aldehuela nace en 1523 Francisco Sánchez, que con el tiempo se convertiría en ‘El Brocense’, revolucionando el aprendizaje de la lengua con su ‘Minerva’ y cuyo V centenario se está celebrando en 2023 para reivindicar su figura como el sabio más importante de la historia de Extremadura. Una figura y una labor que se ve reconocida con la concesión de la Tenca de Oro al grupo de investigación de la Universidad de Extremadura LAPAR en torno a la obra de Sánchez de las Brozas.

Tradiciones centenarias

A lo largo de todo el año, el calendario festivo de Brozas recoge ritos y tradiciones que hunden sus raíces en los tiempos más antiguos. Así sucede con las fiestas patronales en honor a San Antón (17 de enero) donde se celebra el famoso ‘torcido del cordón’ una colorida danza en honor a la fertilidad de la tierra de origen desconocido (y que forma parte del programa de actividades de la Fiesta de la Tenca). O en la recreación histórica del ‘Toro de San Marcos’ (último sábado de abril) recuperada hace unos años tras ser prohibida por la Inquisición en el siglo XVIII y en la que intervienen más de 100 vecinas y vecinos del pueblo. Y, por supuesto, la tradición está presente en los conocidos ‘Toros de Brozas’ (en torno al 8 de septiembre) que se celebraban ya a finales de la Edad Media para festejar el final de las tareas agrícolas y que hoy congrega a miles de visitantes procedentes de todos los puntos de la comarca.

La Tenca entre otras delicias gastronómicas

Las famosas tencas de Brozas fritas en abundante aceite de oliva son un bocado, como ya hemos dicho, dignos del paladar de un Emperador, como podrás comprobar el próximo sábado durante todo el día. Pero en Brozas podemos encontrar otras delicias culinarias que son auténticos tesoros: platos de cuchara como las ‘coles con bobo’, las sopas de tomate con higos o el gazpacho de poleo; guisos como el frite de cordero o el frite de carne de toro de lidia y exclusivos dulces como los ‘fritos de San Antón’, las torrijas de almendra bañadas en almíbar o las puchas de Navidad. ¡Para chuparse los dedos!