ENTREVISTA | Juan Pardo Presidente de Motor Club Almendralejo, organizador del Rally de La Vendimia

«Este rally se hacía de forma artesanal. Partimos de cero y llevamos ya más de medio siglo»

Juan Pardo, presidente de Motor Club Almendralejo, organizador del Rally de La Vendimia.

Juan Pardo, presidente de Motor Club Almendralejo, organizador del Rally de La Vendimia. / RODRIGO MORÁN

Juan José Ventura

Juan José Ventura

La Medalla de Extremadura para el Rally de la Vendimia que organiza desde 1971 el Motor Club Almendralejo es una recompensa a la pasión que sus integrantes han puesto en su organización durante más de medio siglo. La candidatura ha sido impulsada por el ayuntamiento de esta localidad de Tierra de Barros, y supone «un ejemplo de pasión por el mundo del motor», combinados con las «sinergias del mundo empresarial con el deporte», y que ha conseguido «un escaparate de atracción de visitantes» a esta localidad pacense. Sin duda significa un «gran espaldarazo» para continuar tras una trayectoria de más de 52 años. Juan Pardo (79 años y presidente del Motor Club Almendralejo), no tiene palabras ante este reconocimiento, y agradece a todo el equipo humano que trabaja en torno al motor club y todo el automovilismo extremeño. «Nunca lo imaginamos, es un gran espaldarazo para continuar», destaca, además de tener palabras de recuerdo para las personas que hace años iniciaron «este camino».

Primer Rally Vendimia,  en el que Juan Pardo da la salida a  Manuel Álvarez (piloto) y José M. Martínez Arias (copiloto).

Primer Rally Vendimia, en el que Juan Pardo da la salida a Manuel Álvarez (piloto) y José M. Martínez Arias (copiloto). / EL PERIÓDICO

¿Qué supone para el Rally de la Vendimia y Motor Club Almendralejo este reconocimiento?

Para nosotros supone un gran reconocimiento al trabajo realizado durante tantísimos años sin esperar recompensa alguna. Nació gracias a un grupo de aficionados en torno a este deporte y andando al tiempo han pasado nada menos que 53 años ya.

¿Realmente se lo esperaba o ha sido una sorpresa?

Para mí ha sido realmente una sorpresa.

¿Gracias a quién o a qué instituciones ha sido posible el premio?

Lo primero que quiero aclarar es que todo esto se ha fraguado a espaldas mías. Yo he sido realmente el último en enterarme. De hecho, tomo conciencia de ello cuando el Ayuntamiento de Almendralejo, con su corporación en pleno, acuerda hacer la solicitud de la Medalla a la Junta de Extremadura en mayo del año pasado. Al hacer un pleno se hizo público lo que habían mantenido oculto.

¿Si hubiera que dar un nombre cuál sería?

Han sido cinco las personas que han llevado todo el peso, que yo las denomino los ‘cinco magníficos’. El alcalde de Almendralejo, José María Ramírez; María del Mar Espinar, José Antonio Ortiz, Juan Francisco Ortiz, y Carlos Javier Pardo, que componían la comisión. A todo ello se suma un largo etcétera de adhesiones a la candidatura. Yo estuve siempre al margen hasta que fue una realidad. 

¿Esto incrementará las posibilidades de futuro de la competición? ¿Asegura una vida más larga al Rally de la Vendimia?

Así me gustaría a mí que fuera. Si después de 52 ediciones, y con la 53 ya en marcha, nos tuviéramos que ir a casa… sería un gran fiasco para todos.

Podio del 31 Rally de la Vendimia.

Podio del 31 Rally de la Vendimia. / EL PERIÓDICO

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¿Qué le falta para dar otro salto cualitativo al Rally de la Vendimia?

Sin duda apoyos institucionales y económicos, las dos cosas. Está claro que el apoyo económico es fundamental y que sin él no se puede hacer nada. Pero las instituciones juegan un papel importantísimo. Tenemos la suerte de contar con un esponsor cumplidor desde hace ya medio siglo, el Ayuntamiento de Almendralejo. Está a la cabeza de los patrocinadores. Este rally nació artesanalmente y ha seguido así muchos años. Los que conocen cómo se fragua un rally saben que desde Motor Club Almendralejo nos lo teníamos que hacer todo. Partíamos de cero a pesar de estar en una institución legalmente constituida y conocida. De hecho, en los primeros años no había Federación Extremeña de Automovilismo, porque ni siquiera había autonomía. El primer Rally de la Vendimia fue en 1971. Éramos un grupo de aficionados que lo poníamos todo de nuestra parte. Las posibilidades empiezan a llegar en 1986 cuando se crea la federación autonómica. Eso suena muy raro en los momentos que estamos, pero incluso con ella se sigue partiendo de cero absoluto y lo saben de buena tinta. Cada año se ha ido superando y aquí estamos 52 ediciones después preparando la 53.

¿Qué recuerda con especial cariño de esos primeros momentos?

No puedo olvidar de ninguna de las maneras a quien empezó conmigo y yo con él: Manuel Álvarez Ávalos. La edición 43 del Rally de la Vendimia fue un memorial en su honor. Estuvo desde el principio haciendo muchísimos kilómetros, buscando carreteras los domingos... El Rally de la Vendimia es la prueba insignia de Motor Club Almendralejo, que ha organizado otros muchos rallys durante toda su vida. A él el gusanillo de participar no se le había quitado nunca y cuando llegó el primer Rally de la Vendimia se inscribió y participó. Yo no reunía las condiciones para ello y me quedé en la parcela organizativa. Junto a él fuimos durante muchos años un binomio efectivo, pero desgraciadamente ya no está con nosotros. Fue el presidente que me precedió en el Motor Club Almendralejo. Tengo una foto muy entrañable para mí que es la salida de la primera edición del rally en 1971 con un brazalete que ahora parecería ridículo y que ponía «director» en el brazo izquierdo. Estoy dando la salida al coche número 4, en el que iba de piloto Manuel Álvarez y de copiloto José María Martínez Arias, también otro entrañable amigo y vicepresidente de la federación, también fallecido.

Incluso Carlos Sainz participó en el palmarés del Rally de la Vendimia...

Para nosotros es un verdadero orgullo el palmarés con todos los ganadores del Rally de la Vendimia que publicamos en la revista de la prueba cada año. Nosotros somos modestos, pero ese palmarés tiene un nombre como el de Carlos Sainz en su edición número 13. En esos momentos era el campeón de Castilla y Zona Centro. Fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2020 y dos veces Campeón de España de Rally en 1987 y 1988, y dos veces Campeón del Mundo de Rally en 1990 y 1992. Su participación en el Dakar es muy conocida. Es el padre de Carlos Sainz Junior, también un excelente piloto de rally. En la revista de los 50 años del rally aparece una foto de él con su coche Renault 5 GT Turbo y Juan José Lacalle como copiloto en el tramo de Feria, como homenaje a los ganadores de todas las ediciones que también han sido excelentes y que aparecen formando una corona de laurel. El Botijo de Plata que se entregaba a los ganadores se lo regaló a su madre, que lo conserva con gran orgullo.

¿Qué habría que hacer para que el nivel de la competición suba?

Es una buena pregunta. Lo primero que hace falta es que las federaciones correspondientes se pongan esa tarea por delante. No es que actualmente no lo hagan. Hay que tener en cuenta que desgraciadamente este deporte no es económico. Adquirir los vehículos vale mucho dinero y reformarlos otro tanto. Pero las instituciones tienen que crear normativas que les permitan el acceso paulatino y sin grandes costes al mundo del rally, que es muy difícil de conseguir. A mí me consta que lo han intentado, pero hay que dar un margen para que la gente adapte sus vehículos con los costes que eso tiene en la actualidad. Además no debe ser algo sine die. Y no hay quien le ponga el cascabel al gato.

¿En general el automovilismo extremeño está reconocido?

Bajo mi punto de vista, sí. He tenido la suerte de estar en las 52 ediciones del rally y para mí sí está reconocido.

¿Para el próximo año espera un crecimiento real por este galardón?

Me gustaría que así fuera.

¿Cuántas personas intervienen cada año en la realización del rally?

Entre 350 y 400 personas en cada edición y con distintas labores. Se conforman varios equipos de organización. Funcionan de forma autónoma, pero tiene una parcela marcada previamente de acuerdo con el planning del rally. Cada uno tiene que cumplir su cometido en los tramos que previamente le han sido asignados. Tenemos por ejemplo que contar con una UVI Móvil y una ambulancia con soporte vital básico en cada equipo. La normativa te exige solo una ambulancia, sin más especificaciones pero nosotros superamos esa exigencia. Además del servicio sanitario son importantísimas las comunicaciones. En ese aspecto han sido esenciales los radioaficionados. Jamás olvidaré el trabajo que ellos han realizado en el Rally de la Vendimia. En la actualidad las comunicaciones van de otra manera. Ahora se contratan empresas. Los deportes se están profesionalizando y el automovilismo no es ajeno. Además de estos equipos hay que subrayar los servicios de grúa así como la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, que hay que coordinar para que a la hora de la verdad todo salga bien, lo que es complicado pero no imposible.

¿Han vivido momentos en los que han temido por la desaparición de la prueba?

Sí, desgraciadamente sí. El principal motivo fue el económico. El Motor Club Almendralejo tuvo una época de esplendor con 800 asociados y un local social magnífico por el que pagábamos una renta lo suficientemente alta. Con el tiempo tuvimos que abandonar el local y el número de asociados decrece. De hecho, en una ocasión estuvo prácticamente a punto de no celebrarse el rally. Cuando el toro se ve tan cerca siempre hay algún valiente que da un paso adelante. En este caso fue el presidente de la Junta de Extremadura, quien fue consciente de la necesidad de que el rally no podía permitirse no salir. La prueba era puntuable para otras en otras comunidades y había muy buenas relaciones con otros clubes. La historia nos enseña que eso le ha ocurrido a muchísimas organizaciones.

¿Qué es lo más difícil de organizar un rally de estas dimensiones?

Lo más difícil es la coordinación de todos los equipos y servicios necesarios para el buen desarrollo de la prueba. Aunque cada equipo es autónomo, tiene que cumplir la normativa. Es un tema muy delicado y me acuerdo ahora de la veintena de compañeros que ya no están con nosotros. Hay que recordar que Almendralejo está a 400 kilómetros de Madrid. Ellos pusieron la semilla de los frutos que estamos recogiendo en la actualidad. Han marcado un hito en este deporte que entonces era desconocido en Extremadura. Hoy día la Federación Extremeña de Automovilismo es totalmente autónoma.

¿Con medio siglo de trayectoria qué es lo que le quedan por hacer?

Va siendo hora de que yo pueda pasar a los cuarteles de invierno, pero para eso hace falta que el equipo humano adquiera el nivel suficiente para que me pueda retirar con tranquilidad y la continuidad esté asegurada.

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