María José Solana, nueva directora general de Extraval

La ex concejala del PP de Badajoz María José Solana Barras es la nueva directora general de Extraval. El consejo de administración de esta sociedad sin ánimo de lucro cuyo objeto principal es procurar el acceso al crédito de las pymes extremeñas y mejorar sus condiciones de financiación, aprobó en su reunión del jueves pasado el cese del anterior director general, Celestino Vegas, y el nombramiento de la nueva, María José Solana. De esta forma, la ex concejala se hace cargo de esta entidad de manera ejecutiva, la cual también cambia de presidente. Anteriormente ocupaba el cargo Julio Morales, en representación de la sociedad Tiatordos, de la entidad financiera Unicaja Banco. A partir de ahora la presidencia la ostentará Miguel Ángel Mendiano, recientemente nombrado director general de 'Extremadura Avante'. El consejo de administración de Extraval estará ahora presidido por 'Extremadura Avante', correspondiéndole las vicepresidencias a Caja Rural de Extremadura, Cajalmendralejo y Tomates del Guadiana.

María José Solana renunció a su acta de concejala del PP en agosto de 2022 después de que el alcalde de Badajoz, Ignacio Gragera, la cesara como concejal de Policía el mes anterior tras desmarcarse el PP del acuerdo de subida salarial firmado para la Policía Local. En las pasadas elecciones generales del 23J María José Sola ocupó el número 3 en la lista del PP por Badajoz, candidatura que sacó dos diputados.

De profesión abogada, Solana ha sido concejala del Ayuntamiento de Llerena (1999/2003), concejala del ayuntamiento de Badajoz (2007/2022)., teniente de Alcalde del ayuntamiento de Badajoz (2015/2022), senadora electa por la provincia de Badajoz en la VII legislatura (2000/2004) y diputada del Congreso de los diputados (2008/2011).

El ámbito de actuación de Extraval es específico a Extremadura y apoya a pymes y autónomos a través de la prestación de avales ante bancos y cajas deahorros, entre otros.Se beneficia de ello las PYMEs, pues son avalada ante una entidad de crédito, y se beneficia ésta, pues invierte sin riesgo –la SGR responde, como avalista, en caso de fallido–, aportando, además, el valor añadido del estudio y seguimiento de la viabilidad de la operación por la SGR.