ESTUDIANTES CON CARACTERÍSTICAS ESPECIALES en la región

Extremadura cuenta con 662 alumnos con altas capacidades intelectuales

La mayoría se encuentra cursando los estudios de Educación Secundaria (283) y Primaria (263)

Las familias piden un protocolo para la detección de este alumnado y un programa de formación

Estudiantes durante el transcurso de una clase en un centro educativo.

Estudiantes durante el transcurso de una clase en un centro educativo. / EL PERIÓDICO

El término altas capacidades intelectuales designa, en su sentido genérico, a aquellos alumnos que presentan potencialmente alta capacidad en una, algunas o en la mayoría de las áreas de la inteligencia entendida en sentido amplio, pudiendo demostrar o no conductas propias de alumno excelente o muy por encima de la media en uno o varios ámbitos. Según los datos del Servicio de Estadística de la Secretaría General de Educación, basados en la información aportada por los centros educativos a través de la plataforma educativa Rayuela, Extremadura cuenta con un total de 662 alumnos con altas capacidades intelectuales, de los que 465 (70,2%) son hombres y 197 mujeres (29,8%). Por etapas educativas, la mayoría se encuentra cursando estudios de Educación Secundaria (283) y de Primaria (263). Le siguen los que estudian Bachillerato (99), Formación Profesional (9) y el segundo ciclo de Infantil (8). 

La presidenta de la Asociación de Apoyo de Altas Capacidades de Extremadura (A3CEX), María Jiménez, advierte de que «no atender de forma temprana y especializada el ritmo de estos niños puede tener consecuencias tanto en su aprendizaje como en su personalidad, pues podrían no llegar a alcanzar un desarrollo pleno y armónico porque no se han atendido sus necesidades desde la base, desde la atención más temprana». La primera opción para la detección de este alumnado debe ser el propio centro educativo, pues es obligación de la Administración, ya que estos niños tienen derecho a una identificación temprana y evaluación psicopedagógica gratuita, mientras que sus padres deben poder recibir de los centros orientaciones específicas para su mejor atención educativa.  

Jiménez sostiene que los alumnos de altas capacidades suponen del 10 al 20% de la población escolar, por lo que «si en Extremadura están matriculados este curso unos 169.000 alumnos desde Infantil hasta Bachillerato, debería haber identificados unos 16.900 niños, que serían el 10%, pero apenas hay un 1% identificado». «Esto significa que el resto de los niños están siendo atendidos con medidas ordinarias, que nunca son suficientes. La ley nos dice que cuando no lo son, hay que recurrir a las extraordinarias y para eso hace falta una evaluación psicopedagógica que lo confirme, pero si esas evaluaciones no se llevan a cabo en los centros escolares, como ocurre en muchas ocasiones, estamos perdiendo ese porcentaje de intervenciones en niños que no van a desarrollar todo su potencial de la forma deseable», alerta. 

Las demandas

En este punto, la presidenta reivindica la puesta en marcha de un protocolo de detección y atención a este alumnado, pues Extremadura es una de las pocas comunidades que no lo tiene: «Si hubiera estos protocolos, sería más fácil identificarlos y darles lo que necesitan». «Las leyes sí las tenemos pero son mejorables, de hecho, nosotros hemos colaborado desde 2017 con la Administración en un decreto que aún no ha cuajado», apunta. Otra de las reivindicaciones es la elaboración de un programa de formación para que haya una especialización del profesorado y de los equipos directivos sobre esta materia. «Ahora lo que hay son cursos docentes, nos llaman y nosotros vamos a dar formación a los claustros, pero solo podemos llegar a los que llegamos, al final no es nuestra función», lamenta. También reclama que haya más orientadores y profesionales especializados en el ámbito de la inclusión. 

Desde la asociación, que se puso en marcha en 2013 y en la actualidad atiende a 130 familias, colaboran con el Gobierno regional en todo lo que pueden en aras de ayudar para mejorar la atención que recibe este alumnado con características especiales. Asimismo, llevan a cabo actividades de formación para los padres y de enriquecimiento para los niños. La demanda de ayuda por parte de las familias se ha ido reduciendo con el paso de los años, ya que afortunadamente hay más recursos. «La Administración nos va dando más voz a las asociaciones y cuentan con nosotros a la hora de la toma de decisiones. Los CPR nos llaman cada vez más porque los claustros piden más formación. Estamos muy lejos de tener una identificación completa, pero vamos avanzando», apostilla.

Las adaptaciones curriculares

El sistema educativo extremeño cuenta con diferentes recursos para atender al alumnado con altas capacidades intelectuales que, atendiendo a la normativa vigente en materia de inclusión, se establece en los diferentes decretos de currículos. Los centros establecerán las medidas necesarias para responder a las necesidades educativas concretas de sus alumnos y teniendo en cuenta sus diferentes ritmos y habilidades de aprendizaje, pudiendo establecer medidas de flexibilización en la organización de las áreas, las enseñanzas, los espacios y los tiempos, los procedimientos e instrumentos de evaluación, y promoviendo alternativas metodológicas para personalizar y mejorar la capacidad de aprendizaje y los resultados de todo el alumnado.

Según informan a este diario desde la Consejería de Educación, se pueden tomar cinco medidas ordinarias. En concreto, se trata de las medidas curriculares de profundización de contenidos y estrategias específicas de enseñanza-aprendizaje; la oferta de materias optativas; las metodologías basadas en el trabajo colaborativo en grupos heterogéneos, tutoría entre iguales, aprendizaje por proyectos y otras que promuevan el principio de inclusión; la adecuación de los tiempos y adaptación de los instrumentos o procedimientos de evaluación, así como la organización flexible tanto de los espacios y tiempos como de los recursos humanos 

La adaptación curricular específica de ampliación se adoptará cuando las medidas ordinarias no han resultado suficientes y cuando la evaluación psicopedagógica determine que el alumno tiene un rendimiento excepcional en un número limitado de áreas o global. Contemplará el enriquecimiento o ampliación de los objetivos y contenidos, ajustes organizativos, así como la definición específica de los criterios de evaluación. De acuerdo con la disponibilidad del centro, podrán proponerse cursar una o varias áreas en el nivel inmediatamente superior. Como medida excepcional, se permite la flexibilización del periodo de escolarización para este tipo de alumnado.

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