conclusiones de un máster pionero en la región sobre drogodependencias y adicciones en la Extremadura vaciada

El alcohol reduce el rendimiento escolar y crece en las zonas rurales de Extremadura

Un estudio desvela que el consumo en el Valle del Ambroz está por encima de la media extremeña

Los alumnos que beben obtienen peores resultados académicos y hay más absentismo en fumadores

Vídeo | Entrevista a Sergio Pérez Martín

Carlos Gil

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Si su hijo bebe, sus notas en el instituto serán considerablemente peores. Si en casa usted fuma, las probabilidades de que su hijo lo haga serán mucho más elevadas. La educación comienza en casa, pero hay que seguirla en las aulas. Es tarea de todos frenar el consumo de alcohol y tabaco en las zonas rurales, donde la estadística lanza ya una voz de alarma. 

A esta llamada de atención le pone voz Sergio Pérez Martín, que acaba de concluir un máster por la Universidad Internacional de Valencia en ‘Prevención de drogodependencias y otras conductas adictivas’. Este profesor de Secundaria, diplomado en Magisterio, especializado en Educación Física y licenciado en Ciencias del Deporte, ha pasado a lo largo de su trayectoria profesional por institutos de Madrid, Valdemoro, Móstoles, Caminomorisco y Hervás. Su experiencia docente le ha llevado a plantear una necesidad: establecer los mecanismos para frenar estas conductas entre el alumnado de las zonas rurales.

Sergio Pérez Martín, durante la entrevista con este diario en la sede central de El Periódico Extremadura.

Sergio Pérez Martín, durante la entrevista con este diario en la sede central de El Periódico Extremadura. / Carlos Gil

La literatura sobre el inicio del consumo de alcohol y drogas destaca que la prueba de dichas sustancias ocurre normalmente durante la adolescencia como resultado de múltiples experiencias ocurridas desde el nacimiento, y depende de la combinación de múltiples factores.

Por sus efectos en los órganos y sistemas del cuerpo, el alcohol y el tabaco tienen serias implicaciones en la salud, tanto a corto como a largo plazo. Actualmente, estas dos drogas son responsables de una gran cantidad de enfermedades y muertes en el mundo, y están ampliamente disponibles por su carácter legal. Además de los daños que producen directamente sobre el organismo, hay evidencia sólida de que consumir alcohol y tabaco a edades tempranas incrementa el riesgo de experimentar con otras drogas.

Motivo de ingesta de alcohol.

Motivo de ingesta de alcohol. / EL PERIÓDICO

Pérez Martín comenzó su investigación y no tardó en valorar el trabajo que en 1975 inició la investigadora estadounidense Denise Kandel, cuando alertó sobre este fenómeno en sus observaciones y con ello desarrolló el modelo explicativo del consumo de drogas al que se conoce como ‘Modelo Evolutivo’ o ‘Modelo de la Escalada’, donde se distinguen cuatro etapas en el proceso adictivo: consumo de cerveza o vino, consumo de cigarrillos y licores de alta graduación, consumo de marihuana y consumo de otras drogas ilegales diferentes a la marihuana.

Sergio Pérez después de la entrevista con El Periódico Extremadura.

Sergio Pérez después de la entrevista con El Periódico Extremadura. / Carlos Gil

En base a este modelo, el alcohol sería la primera droga de contacto y la más frecuentemente consumida; después se seguiría con cigarrillos, a la vez que la cantidad de consumo de alcohol se incrementa; finalmente se alcanzarían altos niveles de consumo de las diferentes drogas legales y se comenzaría a usar marihuana, que sería la primera droga ilegal consumida; en algunos casos seguirían otras drogas ilegales (heroína, cocaína, etcétera).

Sergio Pérez quería comprobar qué resultados tendría su trabajo en la comarca del Ambroz, partiendo de la doctrina Kandel. Los resultados son evidentes: Extremadura está por encima de la media nacional en el consumo de alcohol entre adolescentes y el Ambroz está por encima de la media de Extremadura.

El punto de partida

El punto de partida fue un muestreo de 157 encuestas que el profesor repartió entre el alumnado de 12 a 17 años del instituto de Hervás, al que acuden jóvenes de toda la comarca. Hervás, capital del Ambroz, cuenta con 4.200 habitantes y un alto porcentaje de los mismos son adolescentes que conforman una comarca de aproximadamente 8.000 vecinos.

Sobresalientes obtenidos según consumo de alcohol.

Sobresalientes obtenidos según consumo de alcohol. / EL PERIÓDICO

Notables obtenidos según consumo de alcohol.

Notables obtenidos según consumo de alcohol. / EL PERIÓDICO

Previamente a la realización del cuestionario, Pérez Martín se entrevistó con los denominados ‘Informantes clave’, entre ellos, la directora del instituto, la del colegio, la policía local, la Guardia Civil, los servicios sociales, responsables de salud, de la mancomunidad, la técnico del Espacio de la Creación Joven, alcaldes, presidentes del club de fútbol y de la Ampa...

Luego siguieron las encuestas y tras ellas sus resultados: más del 40% de los jóvenes consume alcohol y las chicas empiezan a antes (ellas con 13,04 años, ellos con 13,32); lo hacen sobre todo los fines de semana. El tabaco es la sustancia adictiva que se consume a diario por los alumnos. De los escolares consumidores, lo prueban semanalmente con 12 años un 22% del total, con 13 lo hacen un 60% y con 14, un 82,3%.

De ellos, el 17% lo hace en bares, el 7% en su casa, el 5,5% en casa de otras personas y el 4% en el botellón. ¿Y cómo consiguen el alcohol? El 44% por ellos mismos o por otros compañeros, que también son menores de edad.

En cuanto al tabaco, los hombres comienzan antes a fumar, a los 11,79 años, mientras que las mujeres lo hacen a los 12,67. Eso sí, ellas fuman más a diario en un porcentaje del 2,73% frente al 1,92 de los varones. La edad media se adelanta en los hogares donde alguno de sus miembros fuma. En el caso contrario, la edad se retrasa a los 13,31 años. En este sentido, el 48% del alumnado que fuma es porque lo ve en casa. El 65,2% que no lo hace coincide con que nadie de su ámbito familiar directo coge un cigarrillo.

Las notas

El estudio demuestra cómo esta situación afecta directamente al rendimiento académico del alumno. De manera que de los que consumen alcohol, sólo el 29% obtiene sobresaliente mientras que un 71% de los que no consumen logran la máxima calificación. De tal modo que «saca peores notas el alumno que bebe». En el caso de los fumadores, si bien es cierto que no existe relación entre tabaco y rendimiento académico, sí existe entre el cigarro y el absentismo escolar.

Este Trabajo de Fin de Máster (TFM) se centra en el estudio de una zona rural donde «los jóvenes no están tan controlados y ‘vigilados’ como en las grandes ciudades; en el mundo rural hay más libertad pero también hay más accesibilidad a ‘todo’; con este término nos referimos a ciertas sustancias tanto legales como ilegales (alcohol, tabaco o cannabis)», explica Pérez Martín.

Pérez Martín, durante la entrevista.

Pérez Martín, durante la entrevista. / Carlos Gil

Añade que «el imitar lo que hacen los adolescentes de más edad y seguir sus pasos es algo lógico y normal en la comarca; repetición de comportamientos, admiración a los mayores por sus actuaciones y por supuesto la cultura inculcada de beber en cualquier momento y por cualquier situación (eventos, fiestas, acontecimientos e incluso también en los propios hogares)», añade el docente.

«Esta manera de crecer, desarrollarse y vivir es la que nos preocupa, no sólo como docentes y vecinos de esta comarca si no como futuros preventólogos», cuenta Sergio Pérez, quien subraya que el objetivo central del TFM es realizar «una evaluación de necesidades en la zona. Más adelante, con toda esa información, se podría llegar a realizar una intervención preventiva mancomunada con todos los recursos y herramientas que este máster y sus contenidos ponen a nuestra disposición».

Muestreo escaso

Pérez se ha centrado en jóvenes de 12 a 16 años, que corresponden al primer y segundo ciclo de Secundaria. Es cierto que estudios de este tipo ya se han realizado en Extremadura a través de la Secretaría General Técnica de Drogadicción. Ocurre, sin embargo, que una de las limitaciones importantes de muestras anteriores es que sólo se realizaron en las principales ciudades extremeñas y en algunos de los pueblos con más habitantes y dinámicos (Almendralejo, Badajoz, Coria, Cáceres, Don Benito, Montijo, Mérida, Olivenza, Plasencia, Villafranca de los Barros, Villanueva de la Serena y Zafra).

Suspensos según consumo de alcohol.

Suspensos según consumo de alcohol. / EL PERIÓDICO

Ello supone que amplias zonas de la región, menos pobladas, como es el caso de la comarca del Ambroz y otras próximas, además de estar más deprimidas económicamente y envejecidas, a las que debemos de suponer hábitos de consumo distintos, «no están representadas, ni reflejadas en el estudio». A juicio del docente «debería ser un ejercicio a realizar en futuras ediciones de trabajo». Sergio Pérez estima que «se deberían tener en cuenta zonas rurales y más desfavorecidas a nivel económico y demográficamente deprimidas de la comunidad autónoma (Observatorio Español de las Drogas y Adicciones, 2019). En las publicaciones futuras -reitera- se debería incrementar la muestra a nivel regional».

Intervención y concienciación

Si nos fijamos en los resultados de esta evaluación, en la comarca del Ambroz, se podría sugerir hacer mayor divulgación y promoción de los mecanismos de intervención, dar más importancia a los factores de protección, analizar los factores de riesgo existentes y por supuesto informar y formar a nuestros jóvenes para que sean consecuentes de la realidad con la que conviven.

Para el autor del trabajo es fundamental que los centros escolares se impliquen en materia de prevención. De hecho, en 2020, 117 centros de Extremadura dinamizaron sus programas con planes de prevención (52 en Badajoz y 65 en Cáceres), menos de un 25% del total de la región.

Los hombres comienzan a fumar antes, a los 11 años, y las mujeres a los 12

Además, deberían implementarse charlas con expertos como policías, orientadores, organismos, para que los jóvenes conozcan las consecuencias judiciales y médicas en las que puede derivar el consumo. A ello se sumaría una escuela de padres online o programas de ocio nocturno alternativo.

Sergio Pérez Martín posa en Cáceres tras la entrevista.

Sergio Pérez Martín posa en Cáceres tras la entrevista. / Carlos Gil

Y es que la comarca del Valle del Ambroz, situada al norte de la provincia de Cáceres, no es muy extensa, ni está muy poblada a pesar de contar con ocho municipios que se encuentran bien comunicados a nivel social gracias a la existencia de la mancomunidad y a que en el pueblo de referencia (Hervás) acuden desde los pueblos limítrofes porque dispone de los recursos educativos, sanitarios y administrativos.

Los adolescentes de la zona hacen mucha vida en la localidad gracias a los centros para estudiantes, el espacio de creación joven, la casa de la Cultura (se imparten cursos de teatro, informática, literatura o pintura), gimnasios, piscina climatizada y equipos deportivos existentes. Los jóvenes de la comarca serán la sociedad extremeña del mañana, por eso el estudio de Sergio Pérez es puntero y contribuye a alertar de la necesidad de prevenir adicciones, también en la Extremadura vaciada. 

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