Las cooperativas agroalimentarias extremeñas elevan un 36% su facturación en cuatro años

Las cooperativas agroalimentarias extremeñas volvieron a exhibir músculo en 2023 y alcanzaron un nuevo máximo en su volumen de negocio. Las 60 asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura (suman 185 en total si se tienen en cuenta las entidades de base) facturaron 1.237,1 millones de euros, un 6,8% más que en el ejercicio anterior (1.158,4 millones), y un 36,4% por encima de las ventas de hace cuatro años, cuando en 2019 comercializaron por valor de 906,9 millones. Además, tres de estos grupos superaron la barrera de los cien millones de euros.

No obstante, a pesar de este importante incremento de las ventas, el pasado también fue un año en el que los agricultores tuvieron que afrontar unos mayores gastos vinculados a la producción agrícola, lo que se dejó notar en sus márgenes.

Con 153 millones facturados, 23 más que el año precedente, la cooperativa de segundo grado Viñaoliva encabeza el ‘ranking’. El año pasado, «desde el punto de vista de los precios, estuvo bien; desde el plano productivo, no tanto», puntualiza Alberto Carrillo, director general de esta firma con sede en Almendralejo, que agrupa a 26 cooperativas y a unos 15.000 socios.

Si bien incide en que los márgenes fueron «muy ajustados» a causa de la escalada de los costes de producción, Carillo añade que, «en comparación a 2022, fue un buen año», sobre todo gracias «a un segmento, el del aceite y la aceituna de mesa», uno de los dos pilares fundamentales de la actividad de Viñaoliva. Sin embargo, en el otro, el de la vid, recuerda que esta última fue en la región «una de las cosechas peores» de lo que va de siglo y con unos precios que, en el caso del vino tinto, «no acompañan».

En cuanto a las estimaciones para este ejercicio, el director general de Viñaoliva prevé que se acelere el ritmo de crecimiento de las ventas y rebasar los doscientos millones, lo que supondría un alza de en torno a un 30% en un solo año.

«El año, desde el punto de vista de los precios, estuvo bien; desde el plano productivo, no tanto»

Alberto Carrillo

— Director general de Viñaoliva

Carrillo defiende que el cooperativo «es el modelo óptimo de empresa» en el sector agrario, aunque aún tenga retos pendientes. Entre ellos, cita que en Extremadura el sector sigue adoleciendo de «una excesiva atomización» por lo que apuesta por un «redimensionamiento bajo distintas fórmulas, que no tienen que ser cooperativas de segundo grado, pero sí de integración, que fomenten la profesionalización y la diversificación de mercados internacionales». En Viñaoliva, alrededor de un 40% de su negocio en 2023 estuvo fuera de España.

La segunda mayor cifra de ventas corresponde a Acopaex, con 125 millones de euros. Es en torno a un 25% más que en 2022, cuando facturó algo más de cien. El alza vino determinada por los mejores precios «sobre todo en tomate, que es uno de los capítulos fuertes nuestros, que pasó de 102 a 150 euros por tonelada», aclara Domingo Fernández, presidente de este grupo, que aglutina a 12 cooperativas con unos 2.000 socios. También jugó a favor otra de sus secciones claves, la de la fruta, que estuvo igualmente «bien de precio».

«Subieron los costes, pero también los precios, sobre todo en el tomate, uno de nuestros capítulos fuertes»

Domingo Fernández

— PRESIDENTE DE ACOPAEX

En el lado contrario, el arroz y el maíz, con merma de hectáreas sembradas por la menor disponibilidad de agua, fueron dos cultivos que lastraron más el balance.

En resumen, un «volumen de kilos facturados» convencional, pero a unos precios más elevados y que estuvieron vinculados a «un aumento de los costes». «Para el agricultor de tomate fue un año bastante apetecible, pero como casi todos ellos tienen también maíz o arroz, en el conjunto se puede considerar normal», remacha.

Agua para regar todo

Con vistas a 2024, «lo más importante es que tenemos agua suficiente para regar todo». «Tomate se va a hacer al precio más o menos del año pasado» y previsiblemente «con algunas toneladas más». «Y a ver si recuperamos el precio del maíz y del arroz», confía Fernández. Asimismo, repercutirá de forma positiva el aceite, ya que «la aceituna se cogió en diciembre pero el aceite lo hemos empezado a vender en enero», por lo que se contabilizará el presente ejercicio.

También para Casat 2023 fue un año de récord. Esta sociedad agraria de transformación ubicada en Don Benito superó por vez primera los cien millones de euros. En concreto, facturó 102,1 millones, muy por encima de los 86,5 de 2022. De nuevo, el mayor valor del tomate para industria fue el factor que contribuyó en mayor medida a esta mejora y «no tanto que hiciéramos más kilos», detalla Bartolomé Martínez, gerente de Casat. A eso se unió que «a los precios que había, se ha aprovechado la coyuntura y se ha vendido más aceite en noviembre y diciembre de la que se hubiese vendido en un año normal» en esos dos meses.

«Mantenernos en 2024 por encima de los 100 millones es un reto, pero creo que lo podemos conseguir»

Félix Liviano

— PRESIDENTE DE CASAT

Con «unas 17.000 toneladas de aceituna» destinada a molino, la campaña de aceite para esta entidad ha sido «récord», recalca Félix Liviano, presidente de Casat, que menciona también la aportación que realizó al balance de esta sociedad la cosecha de almendra, que se disparó de 800 toneladas a 1.500.

Mantenerse este ejercicio por encima de los cien millones «es un reto importante que creo que podemos conseguir. Aunque los precios estén un poco peor, tenemos unos volúmenes importantes de cosecha en todo», aventura Liviano. En almendra se seguirá mejorando «porque son plantaciones nuevas que cada año están produciendo más», razona. Algo similar ocurre con los olivares más recientes mientras que en los cereales de invierno «las cosechas están fenomenalmente bien».

En cuarto lugar de listado, aparece EA Group, con 92,8 millones de euros. Con sede en Villanueva de la Serena, se trata de la mayor firma cooperativa comercializadora de carne de cordero de Europa. Tiene unos 1.600 socios distribuidos por las provincias de Badajoz, Cáceres, Córdoba, Huelva, Sevilla, Cádiz y Ciudad Real. «Para nosotros 2023 fue un año de sequía muy duro, con subida de los precios de cereales y en el que se cuadruplicó el de la paja. Los socios lo pasaron mal. No tenían dinero para darle de comer al ganado y tuvieron que vender parte de sus animales al matadero para poder alimentar al resto», precisa Juan Carlos Pozo, director general de EA Group. El volumen de negocio fue prácticamente el mismo que en 2022, aunque vendiendo «40.000 corderos menos. La falta de producción se compensó con el aumento de precios».

«La falta de producción de corderos se compensó con el aumento de precios»

Juan Carlos Pozo

— DIRECTOR GENERAL DE EA GROUP

De hecho, los tres últimos años han sido de un repunte continuado de precios que culminó a finales del pasado año con unos niveles «nunca vistos» que, sea como fuere, no llegaron a compensar al ganadero porque «fueron consecuencia de la bajísima producción». «El año pasado la gran noticia fue la apertura en abril de las exportaciones a Marruecos», aduce, que permitió contrarrestar la caída del consumo en el mercado español y europeo.

Para este año, la estimación es que las cifras de EA Group se mantengan «muy parecidas». Se seguirá notando el descenso de la cabaña ganadera porque, «aunque los ganaderos están dejando bastante reposición, eso no se va a ver reflejado hasta las parideras de 2025». No obstante, puntualiza Pozo, la climatología favorable «está cambiando el panorama para el futuro tras dos años muy duros en lo que se refiere a reducción de censos y rentabilidad». Además, agrega, en 2024 «seguimos con precios muy altos para la fecha en la que estamos. Y ahora ya con producción». Todo esto en un escenario de «mucha comida» en el campo, y de «buena previsión para el cereal, la paja, las charcas...». Es decir, de menos gastos. «El 2024 nos está dando un respiro enorme», concluye.

«La rentabilidad fue algo superior al año anterior debido a que no había ‘stock’ de producto terminado»

Antonio Cantero

— DIRECTOR DE PRONAT

El ‘top cinco’ de comercialización de 2023 se completa con Pronat, dedicada a la primera transformación del tomate fresco, en concentrado, dados o salsas. Alcanzó los 86 millones de euros, un 24,6% más que el ejercicio anterior (69 millones), el máximo de sus veinte años de trayectoria. Fue un ejercicio con un volumen de negocio «muy elevado debido, principalmente, a que los ‘inputs’ del proceso productivo» también fueron «muy altos», y este encarecimiento se trasladó a los precios de venta, sostiene Antonio Cantero, director de esta firma. Sobre todo se incrementó su principal materia prima, el tomate, que lo hizo aproximadamente en un 50% respecto a 2022; pero también otros costes como la energía y el embalaje. En cualquier caso, la rentabilidad fue algo superior al año anterior «debido a que no había 'stock' de producto terminado».

Con fábrica en Don Benito, la exportación es el principal mercado de Pronat. En este sentido, el pronóstico de Cantero es que la facturación de 2024 sea «inferior» a la de 2023 si se cumplen las previsiones de que en el mercado haya «más producto terminado» de países como China, Turquía o Egipto.

Además, otras cinco firmas cooperativas extremeñas superaron el umbral de los treinta millones de euros en 2023. Tres de ellas sobrepasaron los cincuenta millones: Tomates del Guadiana; Cooprado; y la Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, lastrada esta última por una importante pérdida de la cosecha a causa de las intensas lluvias de mayo y junio. Las dos restantes fueron Acenorca y Tomalia.

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