La indignación acecha a Rajoy

En un Congreso cercado por la policía, el PP aprobó ayer solo con sus votos el mayor paquete de recortes de la democracia, un hachazo al Estado del bienestar que fue rechazado horas después por decenas de miles de personas en manifestaciones por toda España. Las protestas espontáneas que se habían registrado en la última semana dieron paso anoche a marchas convocadas gracias a una unidad sindical inusual. Miles de españoles gritaron muy alto contra la subida del IVA y los recortes a los parados y a los funcionarios.

La indignación desbordó el centro de Madrid y de Barcelona, y logró convocatorias masivas en las principales ciudades del país. Un aviso en toda regla que los sindicatos plantean como el inicio de una escalada de movilizaciones que es más que probable que desemboque, tras el verano, en una huelga general.

Pocas horas antes, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que dio a conocer la batería de ajustes en el pleno anterior, en este prefirió pasar desapercibido y no acudió al debate que se celebró en el Congreso para abordar los ajustes.

EL SILENCIO DEL PRESIDENTE Fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el encargado de defender las medidas frente al líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el resto de grupos. Rajoy llegó una vez se había acabado la discusión, solo para participar en la votación. Y una vez convalidados los decretos, el presidente se fue sin abrir la boca.

Fuentes de la Moncloa explicaron que Rajoy no acudió al debate porque tenía reuniones en su despacho, una de ellas con el presidente internacional de Siemens, Peter Löscher.El jefe del Ejecutivo prefirió callar en un día en el que constató el malestar ciudadano (no solo se manifestaron "liberados sindicales" como auguraban por la mañana varios dirigentes del PP) y comprobó que el ajuste que ha diseñado no logra calmar la prima de riesgo, el diferencial entre el bono español y el alemán a 10 años mantiene la escalada. "Los mercados saben que un ajuste conduce a más ajuste. Que una economía que no crece es una economía que no puede pagar, por eso sube la prima de riesgo", advirtió Rubalcaba. El PP también pudo constatar que ni siquiera el diputado de Unión del Pueblo Navarro (UPN) les apoyó como es habitual y se abstuvo. El decreto de los recortes salió adelante únicamente con los 180 votos de los populares, frente a 131 en contra. Las minorías de izquierda (IU-ICV-CHA, Amaiur, ERC, BNG y Compromís) se ausentaron en el momento de apretar el botón y los 22 diputados salieron del hemiciclo para no ser "cómplices" del hachazo.

DEMOCRACIA DETERIORADA Rubalcaba afeó la ausencia del jefe del Ejecutivo en el hemiciclo y denunció, como también harían después otros portavoces, el deterioro de la democracia española debido al gusto del PP por los decretazos y su rechazo a los debates. "Como los grandes toreros, Rajoy ha gritado dejadme solo , y solo se ha quedado", soltó el socialista.

Rubalcaba, que hizo un discurso duro contra los ajustes con el que se reconcilió con su bancada, advirtió de que el hachazo provocará más paro y criticó que el rescate de la banca española no se haya analizado en el Congreso mientras que sí se ha discutido en Finlandia y Alemania, cuyo Parlamento filtró el contrato que firmará el Gobierno español para recibir los 100.000 millones de euros. El Eurogrupo aprobará hoy definitivamente este préstamo.

Montoro mantuvo el discurso del miedo que el PP lleva días alentando y defendió los ajustes porque "no hay dinero en las arcas públicas".

Mientras, en los pasillos, los dirigentes populares seguían reclamando la intervención del Banco Central Europeo y no podían esconder su preocupación por que los mercados no reaccionen ante las medidas del Gobierno, aunque restaban importancia a la soledad en la aprobación del hachazo. "Rajoy ha dicho que no le preocupan las urnas y que hará lo que crea que debe hacer", afirmó un miembro del Ejecutivo en una conversación con periodistas. De hecho fuentes de la Moncloa señalaban que el distanciamiento de CiU, que votó en contra de los recortes y se abstuvo en el decreto sobre el fondo para ayudar a las autonomías, puede enviar a Bruselas un mensaje "positivo", ante la desconfianza que despierta en las autoridades europeas el alto déficit de las comunidades.

El ministro de Economía y Competitividad, Luis De Guindos, que se encargó de defender en la tribuna del Congreso este segundo decreto para ayudar financieramente a las autonomías, subrayó, en un mensaje al exterior, que el objetivo del Gobierno es que se eviten desviaciones en el déficit autonómico y no se repitan los "errores" del pasado.

MENSAJE OPTIMISTA DEL REY El discurso optimista de la jornada llegó desde Moscú, donde el Rey afirmó que España siempre ha salido reforzada de las crisis y envió un mensaje de aliento al Gobierno y de confianza a las autoridades rusas. "Las medidas adoptadas pronto darán sus frutos", dijo en el brindis durante el almuerzo que celebró con el presidente, Vladímir Putin, y representantes empresariales de ambos países.