Los mejores dulces de Mérida

Al pasar por el emblemático edificio de La Torre en Mérida, muchos visitantes afinan su olfato. Desde 1989, hay un aroma que atrae a vecinos como si fuera el flautista de Hamelín. Es de los pasteles de Sergio y Daniel Sarabia Fernández, un negocio familiar fundado por sus padres (Ildefonso y María del Carmen, oriundos de Cataluña), la Pastelería Marquesa de Pinares es uno de los establecimientos más tradicionales de la ciudad y en la que todos los productos están elaborados a mano y de forma artesanal. La materia prima es natural, sin conservantes, y eso hace que el sabor de sus alimemtos sean únicos. «Adiós operación bikini, hola dulces», es lo primero que el cliente dice al pasar delante del escaparate en donde sus exquisitas creaciones parecen joyas.

Cuando entras en la pastelería, da la sensación que el tiempo se para. Es un momento de deleite de sentidos donde todo está a la vista. «Lo que te encuentras son nuestros pasteles, tartas y bollería... Siempre hemos buscado el desarrollo del negocio, apostando por nuevas propuestas y buscando sorprender a nuestros clientes sin perder la esencia que nos caracteriza», asegura Sergio a El Periódico Extremadura. Sus manjares están colocados al milímetro, con iluminación cálida que los hace todavía más apetitosos y una decoración «realizada con cariño», señala. Lo hacen con mimo y con la sabiduría que da haber visto a sus progenitores. «Nos han enseñado todo».

El goteo de visitas es incesante y lo más demandado son los «cruasanes, bambas de nata, tarta de San Marco, milhojas de crema, palmeras de chocolate o merengues», apunta. Con este listado no es de extrañar que aquí estén los mejores dulces de Mérida. 

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