Juan Burgos dejó el micrófono cuando la mesa de ofrendas llevaba solo media hora. Estaba todo vendido. Ya es todo un experto y sabe darle ritmo a la puja, incluso consiguió subir a 40 euros una bandeja de coquillos que salió por 20. Y es que el sol y el talante solidario de los asistentes dieron ayer vida a la fiesta de las Candelas, que volvió a celebrarse por la tarde en la ermita de la calle San Ildefonso, con una misa ante la imagen de la Virgen y la típica subasta de viandas.

Roscones, brazos de gitano, quesos, vinos, bizcochos... el público se animó a colaborar y adquirió las donaciones realizadas por los parroquianos en poco tiempo. Dentro, el rastrillo de San Mateo exponía sus trabajos artesanos, confeccionados puntada a puntada con afán solidario. "Hemos puesto precios por debajo del coste real porque hay que sacar fondos. En Cáritas hay familias con muchas necesidades", explicaban las voluntarias.

La fiesta continuará hoy a las 17.00 horas con la bendición de las velas, procesión hasta San Mateo, misa y bendición de los niños nacidos durante 2012.