El portavoz del gobierno, Valentín Pacheco, aseguró ayer que el ejecutivo mantiene su pretensión de acometer de forma subsidiaria las obras de rehabilitación del edificio del número 52 de la avenida de Alemania. En los bajos de este inmueble estuvo el restaurante Wok. El derrumbe del techo del restaurante, hace ahora año y medio, está en el origen de la pretensión del gobierno local de reforzar la estructura del edificio, decisión que choca contra la opinión de los vecinos, que aseguran que sus viviendas no corren peligro y que son seguras, además han puesto carteles en las ventanas de sus casas en los que insisten en que el inmueble no corre ningún riesgo.

El portavoz insistió en que el ayuntamiento mantiene su pretensión de acometer la reforma "por razones de seguridad" y porque los informes técnicos con los que cuenta el gobierno recogen que se tiene que realizar. El coste de la obra es de 32.786 euros, según aseguró el ayuntamiento. Este importe se repercutirá entre los residentes del bloque. Afecta "a 25 viviendas y se ha proyectado de manera que no haya que desalojar" los pisos, añadió el consistorio.

Pacheco, que ayer se refirió a este asunto al ser preguntado al término de la junta local de gobierno, explicó que se está intentando disponer de alguna ayuda del Estado o de la Junta para que los costes de esta reforma "repercutan lo menos posible en el bolsillo de los vecinos". Sobre si finalmente se tendrá que recurrir a un mandato judicial para entrar en el bloque ante el rechazo de los vecinos, el portavoz contestó que es una cuestión en la que no entra, añadió que entiende la preocupación de los vecinos, pero reiteró que la intención del ayuntamiento es que "las personas que residen en el edificio no sufran daños y se garantice la seguridad del inmueble, a partir de ahí se darán los pasos que sean necesarios".