Cáceres vive ya con intensidad la XVI edición del festival Womad con el estreno de los conciertos anoche en el Gran Teatro a cargo de los sudafricanos Ladysmith Black Mambazo y sus voces zulús a cappella . Hubo colas para poder acceder tras haberse completado el aforo de más de 600 butacas. Calles llenas y gran ambiente marcaron ayer el inicio de la cita multiétnica que hoy y mañana concentrará la música en el casco antiguo.

Las plazas Mayor, de San Jorge y del Conde de Canilleros, junto con el palacio de Carvajal y el Gran Teatro, acogerán desde las 17 horas y hasta la medianoche un total de 16 conciertos con artistas de cuatro continentes. Los talleres para niños y adultos se repartirán entre estos espacios y el centro de exposiciones San Jorge. La representación extremeña correrá a cargo de Amadablan y Qvinta Pars. Antonio Carmona, el ex de Ketama, tocará en horario prime time (22 horas) en la plaza Mayor.

Antes de que anoche comenzaran a escucharse los sonidos del mundo, Cáceres ya había iniciado la transformación de su paisaje urbano. Cánovas aparecía cubierto desde primeras horas de la tarde por tenderetes del mercadillo paralelo al festival --el oficial está en el Foro de los Balbos--. Familias mezcladas con vendedores womeros , niños y abuelos disfrutaban de los 30 grados de calor estival en el paseo central de la ciudad. El trasiego de público era constante a las 19.30 horas, misma hora a la que se inauguraba el festival en el escenario del Gran Teatro.

VALOR DE TOLERANCIA Por la bombonera de San Antón desfilaron los patronos del Consorcio Gran Teatro, organizador del evento, y los responsables de Womad. Artistas, técnicos, invitados y medios de comunicación completaban la escena. José María de Pedro Corrales, director general de Promoción Cultural de la Junta de Extremadura, aludió a la conexión del arte, la danza y la música con los valores de la tolerancia que transmite el festival en Cáceres, segundo más veterano con la marca Womad de los que se celebran en el mundo por detrás del de Reading, en Londres. Corrales incidió en los 16 años que cumple esta convocatoria y reiteró que, de todos los de Extremadura, es el que mezcla a jóvenes, familias o niños.

La concejala de Cultura, Cristina Leirachá, en su despedida como representante municipal en el consorcio, se refirió a la proyección turística de la convocatoria y abogó por que en próximas ediciones se mantenga el formato actual. "Evita masificaciones en el casco antiguo y los tenderetes en Cánovas permiten que la gente fluya mejor", subrayó. La edil recordó también la "apuesta" económica que el Consorcio Cáceres 2016 ha hecho en esta edición y pidió a los asistentes que disfruten "en un ambiente grato, divertido y sin ningún incidente como años anteriores". La diputada provincial de Cultura, Silvia González, resaltó la importancia del festival "por la proyección nacional e internacional" para Cáceres y aseguró que "no podría concebirse" sin él.

Por su parte, Thomas Brooman, director artístico del festival, se mostró "orgulloso" de estar un año más en la ciudad y apuntó que "la acogida y la respuesta del público es muy especial" a diferencia de otras sedes. Brooman reiteró el apoyo a la candidatura a la capitalidad cultural europea del 2016. Dania Dévora, directora de Womad, expresó su deseo de que ese año el festival siga celebrándose y agradeció al público que "haya defendido" su continuidad y a las instituciones que lo "hayan avalado" tras 16 ediciones.