Como un heredero de Odín en el siglo IX, Luis Enrique tendrá que ir con su tripulación a bordo de un drakkar, el típico barco vikingo, hacia el frío norte para luchar contra las hordas escandinavas de Suecia y Noruega, y de Islas Feroe. Allí tendrá que enfrentar una rudeza física y futbolística que se antoja menos épica, aplacada por la diferencia de nivel, de lo que antaño eran unas fases de clasificación que van camino a la extinción, en favor de la incipiente Liga de Naciones. «Ahora empieza la competición real», dijo Luis Enrique tras el sorteo, menospreciando el nuevo torneo de la UEFA al que, en sus inicios en el cargo, dio máxima trascendencia.

España, encuadrada en el grupo F, tendrá que enfrentarse, además de a Suecia, Noruega y las Islas Feroe, a una Rumanía instalada sin ambición en el tercer nivel europeo, y a Malta. Un grupo en el que el interés está en la lucha por el segundo puesto, también con plaza directa a la Euro, más que en una inverosímil hipótesis en la que ‘la Roja’ no gane el grupo con suficiencia.

Los rivales más duros para el pleno de España van a ser las selecciones nórdicas, herederos de la tradición del fútbol vertical y duro. Suecia, recién ascendida a la primera división de la Liga de Naciones tras ganar un grupo con Turquía y Rusia, verdugo de España en el último Mundial; ha reconstruido tras Ibrahimovic, el mejor jugador de su historia, a través de sus clásicas señas de identidad: juego directo, intensidad física y batalla.

Noruega, un peldaño por debajo, va a plantear un partido similar contra España, como el resto de equipos del grupo: cerrado, exigente y con las peores condiciones posibles para una selección española que tiene el gran reto en encontrar soluciones a ese tipo de partidos.

LA LUCHA DE ISLAS FEROE / De los bombos de menor categoría, Islas Feroe es un equipo en constante crecimiento en los últimos años, lejos del primer nivel pero sobresaliente entre las selecciones menores europeas que históricamente cosechaban goleada tras goleada. Un duelo ya casi recurrente contra Rumanía y uno de recuerdo memorable ante Malta, en aquellos duros años 80, cuando la fase de clasificación era más complicada que la actual fase de grupos de un Europeo de 32 equipos; completarán la fase de clasificación de España. Los diez partidos del grupo se van a jugar entre marzo y noviembre del 2019.

Entre el resto de grupos, los cabezas de serie, y Alemania, en el grupo con Países Bajos; tienen todo de cara para confirmar su condición de favoritos y conseguir la clasificación directa.

Las cuatro plazas sobrantes de la clasificación tradicional para el torneo final irán destinadas, cada una, a una división de la Liga de Naciones.