Un total de 428 personas recibieron tratamiento para superar su adicción al juego en 2010. De estos, el 78% fueron atendidos en las asociaciones de jugadores de azar en rehabilitación de la región y el 22% restante a través de los servicios de la red pública. El perfil del ludópata es un varón de 36 años, trabajador en activo, cuya adicción se focaliza fundamentalmente en las máquinas tragaperras, con un historial de juego abusivo no superior a cinco años y que no presenta problemas asociados de adicción a otras sustancias.

Estos son los principales datos aportados por el secretario técnico de Drogodependencias del Servicio Extremeño de Salud (SES), Quintín Montero, durante la presentación oficial de la Federación Extremeña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (FEXJAR). La entidad, constituida en mayo del 2010, está formada por las asociaciones de jugadores de azar en rehabilitación de Plasencia, Almendralejo y Badajoz. Montero ha subrayado que el aumento de la prevalencia no es debido a que haya más jugadores, sino a que los ciudadanos disponen de más recursos.