Es uno de los proyectos más acariciados de los últimos años: la transformación de la casa-palacio de las Corchuelas (siglo XV) en en un centro de investigación y de naturaleza, que integrará formación y espacios culturales en las proximidades de Aldea Moret.

Sin embargo, la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, que se encargará de recuperar esta casa palaciega, no tiene previsión de inicio de obras. “No se ha presentado el proyecto oficialmente, y no hay nada decidido al respecto. Aunque tenemos claro que queremos hacer algo con ese inmueble”, explica el responsable de la fundación en Cáceres, Miguel Ángel Arroyo.

Por su parte, el Ayuntamiento de Cáceres (que considera que las obras comenzarán a corto plazo) está poniendo todo de su parte para que este proyecto vea la luz en el medio plazo, y no se alargue y caiga en el olvido. El consistorio aprobará un plan especial y permitirá un nuevo ordenamiento en cuanto a los usos, para ese proyecto en las Corchuelas. 

Esta casa noble, pendiente de aprobar de forma definitiva el Plan Especial y el Programa de Ejecución, pertenece a la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno, y “está previsto hacer una recuperación muy detallada y respetuosa del edificio para dedicarlo a unos proyectos de tipo formativo y social, orientados a los vecinos y vecinas de esta barriada”, en palabras del edil de Urbanismo, José Ramón Bello.

“Por nuestra parte, teníamos pendiente hacer posible esos nuevos usos, ya que el destino anterior que se pretendió para este bien era hotelero; eso se va a modificar, para lo que se aprobará un plan especial”. El proyecto no ha recibido alegaciones.

“Con estos dos documentos se da viabilidad a que en muy poco tiempo puedan comenzar las obras, que traerán consigo una importante inversión de la fundación en una barriada donde se amplían este tipo de dotaciones y oportunidades. Y con un proyecto orientado a las personas”.

Según Bello, se trata de un “elemento patrimonial de primer orden y con una orientación formativa. El pleno municipal de agosto de 2020 aprobó en sesión extraordinaria la declaración de la consulta de viabilidad de la transformación urbanizadora del Palacio-Casa de las Corchuelas, a petición de la propia Fundación Tatiana de Guzmán el Bueno.

La fundación también posee en Cáceres el Palacio de los Golfines de Abajo, ubicado entre San Jorge y la plaza de Santa María (en pleno casco histórico cacereño), que abrió al público en septiembre de 2015.

En 2020, la fundación renunció al uso terciario hotelero que el plan general autorizaba en el edificio, que plantea su transformación en dotacional.