"GRACIAS A DIOS DOLORES ESTÁ BIEN", DICE LA MIGRANTE

La anciana y su cuidadora que la salvó del incendio en Cáceres, dadas de alta

Dolores, la mujer de 93 años, está con una sobrina porque la casa quedó destrozada. Maira, la hondureña que la cuidaba, preocupada porque la mochila con sus documentos se quedó en el domicilio de San Ignacio

Maira junto a Dolores, la anciana de la que cuidaba mientras el 112 iba a trasladarlas al San Pedro de Alcántara.

Maira junto a Dolores, la anciana de la que cuidaba mientras el 112 iba a trasladarlas al San Pedro de Alcántara. / LORENZO CORDERO

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Maira Barrientos, la mujer que salvó de un incendio a Dolores Nieto Martín, la anciana que cuidaba en la calle San Ignacio, ha recibido el alta. También lo ha hecho Dolores, después de que ambas pasaran la tarde y parte de la noche del jueves ingresadas en el Hospital San Pedro de Alcántara, afectadas por una intoxicación de humo y una crisis de ansiedad. Maira, hondureña de 35 años, protagonizó una gran gesta cuando fuera de su horario laboral no dudó en acceder al piso al percatarse del humo y jugarse la vida por sacar de entre las llamas a la octogenaria.

Siete años en España

Maira lleva siete años residiendo en España. En la actualidad se encontraba cubriendo una suplencia por horas en la casa, con un contrato de la empresa Eulen, firma que ayer indicó que Maira lleva contratada «desde este verano bajo convenio nacional de ayuda a domicilio», algo que la propia Maira corroboró. Dijo que tenía contrato en regla y que trabajaba en casa de la mujer de cinco a ocho de la tarde.

Imagen del incendio de este jueves.

Imagen del incendio de este jueves. / LORENZO CORDERO

El horario

Sucede que el incendio se produjo a las cuatro de la tarde, hora en la que la mujer se encontraba sola. Maira, según relató en primera persona a este diario, paseaba casualmente en ese instante en dirección al parque del Rodeo donde iba a hacer una videollamada para hablar con su madre, que está en Honduras. Tras observar que salía humo del edificio, subió al sospechar que podría tratarse de la mujer de 93 años. Y así fue como sin dudar entró en el piso. En ese momento Dolores estaba en la cocina sin percatarse de que en el salón se había originado un incendio. Maira no quería decirle lo que pasaba para no ponerla nerviosa; tiró de ella, Dolores se resistía porque no entendía qué sucedía. Finalmente ambas salieron a pie. También una amiga de Maira, que vive en el primero, se personó en la casa con la intención de socorrerlas, y sufrió quemaduras en en el pelo.

Maira con los servicios del 112.

Maira con los servicios del 112. / LORENZO CORDERO

Paciente y cuidadora

Maira, por su parte, indicó que durante su estancia en el hospital fue al tiempo paciente y cuidadora y se preocupó de la anciana, cuya familia acudió al San Pedro cuando iba a ser dada de alta. Maira se encuentra ahora preocupada porque su mochila con papeles y el pasaporte se quedaron dentro del piso y desconoce si la documentación resultó afectada por el incendio.

Desde el ayuntamiento se apuntó que la anciana, «en principio, no está desprotegida», que es «usuaria del Servicio de Ayuda a Domicilio del Sepad, que presta Eulen», que «tiene sobrinos» y que «de todas formas se está pendiente de ella por si necesitara más atención».

Dolores no puede volver a su hogar

La mujer, no obstante, no puede volver a su hogar, situado en el segundo piso del número 4 de la calle San Ignacio, puesto que resultó muy afectado por el incendio, provocado por la mala combustión de un brasero. El salón, según confirmaron los bomberos, quedó completamente calcinado y las habitaciones también resultaron dañadas por el humo.

"Gracias a Dios está a salvo"

Maira ha agradecido la labor que realizaron los bomberos, la policía, la farmacia de San Francisco, el 112 y la Asociación de Empleadas de Hogar, Cuidadoras y Limpiadoras de Cáceres. Igualmente destacó a Patricia Sierra, de la Plataforma de Refugiados, «fueron los primeros brazos que abracé», ha recordado, al padre Ángel Martín que acudió al hospital, a su hermana y a su pareja. «Gracias a Dios -concluyó- Dolores está con su sobrina y a salvo».