Deja un importante vacío en la plantilla de la Agencia Tributaria

45 años luchando contra la delincuencia en la aduana

Isidoro Rodríguez, jefe del área regional de Vigilancia Aduanera, se jubila y repasa su trayectoria profesional

Isidoro Rodríguez, en las escalera de la Agencia Tributaria, en Cáceres.

Isidoro Rodríguez, en las escalera de la Agencia Tributaria, en Cáceres. / CarlaGraw

Isidoro Rodríguez Corrales (Cáceres, 1953) cuelga las botas. Le llegó la hora de la jubilación. El jefe del área regional de Vigilancia Aduanera desemboca al final de su etapa laboral después de 45 años de servicio, en los que se ha convertido en un referente en Extremadura entre los mandos de este organismo que depende del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria (Ministerio de Hacienda). Atiende con mucha amabilidad a este periódico.

Es licenciado en Derecho. Sus primeros años de carrera profesional se desarrollaron en Algeciras como subinspector. También estuvo destinado en Ciudad Rodrigo, desempeñando el puesto de jefe provincial de Salamanca. Luego puso rumbo hacia la tierra que le vio nacer, donde ejerció el mismo cargo en Badajoz y la capital cacereña. En 2003, tras haber ascendido en 1999 al Cuerpo Superior de Vigilancia Aduanera, tomó posesión como jefe regional de Operativo. Ya después fue nombrado jefe regional de Vigilancia Aduanera, puesto que ha ejercitado hasta hace unos días.

Un vasto periplo dedicado siempre a perseguir el contrabando de tabaco o armas, trata de mujeres, narcotráfico, blanqueo de capitales, falsificación de productos, rifas, entradas ilegales de bebidas alcohólicas, hidrocarburos, medicamentos...

«Siempre he tenido claro que el daño real, a los narcos, se le hace quitándoles el dinero y las propiedades. Por eso me rodeaba de inspectores de Hacienda dispuestos a escudriñar cada dato de los delincuentes. Extremadura es una puerta de entrada por sus características geográficas con Portugal», comenta Isidoro.

Asimismo participó de lleno en la investigación que permitió extirpar los entresijos y desarticular un clan familiar asentado en su mayoría en Plasencia, probando que participaron durante años del blanqueo de dinero procedente de la droga y como grupo criminal. «Parte de esa estrategia se consumó en operaciones paralelas con la Guardia Civil que, tras más de un año y medio de análisis, dieron sus frutos. Fue el juicio con más acusados de España», rememora.

A lo largo de su trayectoria ha sido condecorado por la Policía Nacional. Él se muestra muy «satisfecho» por el reconocimiento a sus servicios prestados y añade que «fue una distinción para el conjunto de mis compañeros». Deja un importante vacío en la plantilla de la Agencia Tributaria, tanto en lo laboral como en lo personal. «Para mí ha sido todo un honor y un orgullo trabajar aquí. Si la salud lo permite, aprovecharé el tiempo al máximo. Leer. Soy un gran lector. Y la naturaleza. Me gusta ir de pesca», confiesa Isidoro Rodríguez, que ya disfruta de una merecida jubilación.